El otro día me pedía una amiga por Facebook (¡hola, Noelia!) que os diera ideas, trucos o técnicas para conseguir tener una rutina para hacer ejercicio y no saltársela nunca, porque ella lleva tiempo queriendo ponerse en serio pero al final acaba ganando la pereza o la agenda. Y me consta que no es la única. Así que, como soy muy bien mandá, aquí los tenéis. Ahora falta que los pongáis en práctica vosotros, que ya todo no lo puedo hacer yo
Siempre lo digo: la motivación y disciplina que tengo para hacer ejercicio no la tengo para otras cosas como no comer postres casi a diario o rechazar un buen embutido de apertivo cuando me lo ofrece mi señor esposo. Pero también sé que todo se trabaja (os lo conté en este post) y que vosotros podéis conseguir que el ejercicio, de una manera u otra, forme parte de vuestra rutina y hasta el cuerpo os pida hacerlo. Seguid estos truquillos y veréis como funcionan:
Pon el ejercicio en tu agenda, como cualquier otra tarea más que tengas que hacer. Muchas veces dejamos el tema de entrenar como algo que haremos si nos queda tiempo después de todas las obligaciones que tenemos cada día. Sé que son muchas, y más para los que sois padres y además trabajáis fuera de casa, pero si incluimos mover el cuerpo entre ellas, nos lo tomaremos más en serio y será más difícil que nos lo saltemos. No hace falta reservar dos horas al día, ni mucho menos. Ya os he dicho muchas veces que con media hora, tres veces a la semana y sin salir de casa podemos hacer un ejercicio muy completo.
Haz el ejercicio por la mañana, antes de ninguna otra cosa. Sé que hay gente que al levantarse tiene menos energía, o a la que le cuesta madrugar. Pero pensad esto: a lo largo del día pueden surgir mil imprevistos que nos hagan modificar la agenda, así que si entrenamos a primera hora ya nos lo habremos quitado de enmedio y no habrá inconveniente que nos haga saltárnoslo. Además, entrenar a primera hora nos hará tener más energía todo el día, nuestro metabolismo estará más activo e incluso, si entrenamos en ayunas -solo quien pueda, ojo- nuestro cuerpo tirará más de las reservas de grasa que tengamos del día anterior (este es un tema más complejo que desarrollar, pero es un resumen para que lo entendáis).
Algo es mejor que nada, y empieza poco a poco. Haz al menos algo, aunque sean unas sentadillas mientras te lavas los dientes, unas planchas mientras están los anuncios de tu serie favorita (con Netflix eso no se puede, cahienlosmengues ), un paseo a ritmo rápido cuando vayas a bajar la basura... Si nunca has hecho ejercicio o llevas mucho tiempo sin hacerlo es mejor ir poco a poco que darse un palizón para estar muerto al día siguiente, dolorido por las agujetas y no poder repetir, por no hablar de las posibles lesiones.
Encuentra un ejercicio que realmente disfrutes y que estés deseando hacer. Tanto si te planteas ir a un gimnasio como si prefieres entrenar en casa, hay mil opciones según tus gustos, objetivos y estado físico. Si optas por hacerlo en casa, en YouTube tienes montones de canales de entrenamientos para todos los niveles, con y sin equipamiento, más o menos exigentes... Es cuestión de buscar y dar con el que te encante. Yo tengo mi propio canal con vídeos (haced click ahí para verlo) pero además sigo otros cuantos, si queréis saber cuáles son solo tenéis que dejármelo en los comentarios. El caso es dar con una actividad que te guste por cómo te hace sentir durante y después del entrenamiento.
Define tu motivación para hacer ejercicio, y mejor que sea una a largo plazo. Está muy bien querer empezar a entrenar porque necesitamos bajar unos kilos o entrar en una prenda de ropa, pero eso, aparte de que puede llegar a ser frustrante e incluso hacernos ver el ejercicio como un castigo, es algo temporal. Hay otros motivos que podremos mantener en el tiempo y se ven como algo más positivo: hago ejercicio porque cuando acabo me siento súper bien, con energía, satisfecho por haber realizado esa tarea y por haber sido disciplinado. Hago ejercicio porque es bueno para mi salud: mejoro mi postura, lucho contra enfermedades como la osteoporosis, es una inversión para tener una vejez más activa y saludable. Hago ejercicio porque me relaciono con otras personas, o me hace disfrutar del aire libre. ¿Me entendéis?
Busca una inspiración. Es algo que también os he contado muchas veces: cuando me falta el empujoncito necesario para levantar el culo del sofá, recurro a ver las fotos o vídeos de gente que me inspira mucho en este mundillo, como Sascha Fitness o Rosa López Álamo. Ellas son un referente para mí, aunque no aspire a hacer exactamente lo que ellas hacen o estar como ellas están. Además, me dan ideas de nuevos entrenamientos, y eso me hace querer probarlos y levantarme a hacerlos. Buscad vosotros vuestros role models, que pueden o no ser gente fitness...
Bueno, estas son mis 6 ideas o trucos para crearos esa rutina de ejercicio y no saltárosla nunca. ¿Qué os parecen? ¿Creéis que son fáciles de poner en práctica? Contadme, que os leo.