Llevas una temporada con la cara muy enrojecida. Al principio no le das mucha importancia, pues piensas, ya se quitará. Pero te das cuenta, que la rojez de tu cara, va a más. A veces te pica. A veces incluso te salen algún granito. Decides ir al dermatólogo. Y te dice. Tienes una rosácea. ¿Una qué? Una rosácea. Además tu rosácea es de libro. ¡Madre mía!, qué voy a hacer. Pues lo primero calma. Lo segundo ocuparte de tu rosácea y no preocuparte. Eso es lo más importante.
Para empezar, decirte que yo tengo una rosácea. Un extra más.
Me gustaría que entendieras, que le pasa a tu cara. Verás. La rosácea en una enfermedad crónica, en la que se ve implicada tu piel. Y a veces en algunos casos (son raros), también tus ojos.
¿Cuáles son los síntomas de la rosácea?
La rosácea suele afectar más a las mujeres, que a los hombres.Suele salir entre los 30 a los 60 años.
Más en personas con piel clara
Con frecuencia en la menopausia.
Los síntomas de la rosácea comienzan con:
– un enrojecimiento de zona de las mejillas, nariz, frente y barbilla. No se tiene que dar en todas las zonas. A mí me afecta a los mofletes y la nariz. La verdad es que cuando empezó, me parecía hasta gracioso. Tener un toque de “rubor”, sin tener que utilizar colorete, molaba. El problema es que pasé de estar “ruborizada”, a parecer que me había bebido una bodega de vino. ¡Un horror! Y lo de menos era el color. Lo peor es esa sensación de que tienes la cara ardiendo. ¿A qué me comprendes? El enrojecimiento facial, se ha visto que es por la inflamación de los vasos sanguíneos faciales, que se hinchan y se hacen visibles.– tu piel está muy sensible y te pica
– tienes una sensación de que te arde la cara. Si la tocas, está calentísima. A veces, tienes sensación de tirantez. Hay inflamación.
– en algunas personas cursa con acné (yo afortunadamente, no lo tengo). Aparecen como unos granos rojos e hinchados. A veces estos granos de rosácea, contienen pus, por lo que se pueden confundir fácilmente con un acné vulgar. Por ello, si te pasa, te recomiendo consultes con tu médico o tu dermatólogo.
– se pueden presentar pápalas y pústulas
– también pueden aparecer pequeñas venitas en la cara, también llamadas arañas vasculares o telangiectasias.
– inflamación de la nariz o rinofima con la piel engrosada, de esta zona. En casos extremos, donde la rosácea no está controlada, pueden llegar, incluso aumentar el tamaño de tu nariz. Son casos donde la enfermedad, está muy avanzada. Se da más en los hombres esta situación (lo achaco, a que no te cuidas nada de nada, aunque la tendencia es ir cambiando poco a poco). ¡Sólo tienes una piel, mímala!
– hay algunos casos donde la rosácea, está también en los ojos. Entonces estos se ven enrojecidos, con una sensación de sequedad, picazón, lagrimeo, sensación de tener arenilla dentro de tus ojos. Los párpados están inflamados e hinchados. Todo esto termina derivando en problemas de vista, como visión borrosa. Espero que no sea tu caso.
Desgraciadamente, no se sabe por qué aparece y cual es la causa que desencadena tener un brote de rosácea.
Algunos dicen que es de tipo hereditario, si tienes la piel blanquita y además algún familiar tuyo, la padece, es fácil que la puedas desarrollar. En mi caso, mi abuela y mi padre, la han tenido.
La rosácea, NO se contagia. Y desgraciadamente NO tiene cura, a día de hoy. Pero hay unos tratamientos magníficos, que hacen que tu dermatitis, esté controlada y el aspecto de tu piel, sea más “estético”, minimizando al máximo, los signos de un brote.
Se sabe, que hay causas, que la empeoran este tipo de dermatitis, como son:
– el alcohol, es muy mal amigo de tu rosácea. La comida picante.
– el sol hace que aparezca un brote, en tu cara; la culpa de todo esto, la tiene la luz ultravioleta.
– los cambios de temperatura o hacer ejercicio intenso, la desencadenan
– tener alguna enfermedad autoinmune. Pues tu sistema defensivo, está exacerbado, por lo que las defensas celulares de tu cuerpo, están en pie de guerra. Pudiendo producir inflamación cutánea.
– el estrés y las situaciones de tensión, pueden desencadenar un brote.
– parece ser que un ácaro, llamado Demodex folliculorum, puede colonizar la piel de tu cara, produciendo una infección cutánea.
Las recomendaciones para seguir un tratamiento contra la rosácea, pero que sea natural, son las siguientes:
– ácidos grasos omega 3,6,9 estos ácidos son fundamentales, están constituidos por ácidos poliinsaturados. Estos se ha visto clínicamente, que mejoran los problemas de piel.– vitamina C, es un maravilloso antioxidante. Con las enfermedades dérmicas, se generan un gran número de radicales libres, que empeoran la patología o incluso, pueden derivar en otras.
– probióticos, son maravillosos, para equilibrar, la posible disbiosis intestinal, que suele verse en pacientes, con este tipo de patologías.
Estos tratamientos los voy alternando en función de cómo me veo la rosácea.
Pero otra de las recomendaciones que te hago, es ¿cómo tratas tu piel? Es importantísimo, cuidarla por fuera y por dentro. Por dentro lo hemos visto antes.
Y por fuera, te digo mi rutina para tratar y cuidar la piel con rosácea:
1º paso de mi rutina, limpio mi piel con un aceite desmaquillante, déjalo un rato para gue se descompongan y te sea más fácil eliminar, piel muerta, restos de maquillaje, sudor, restos de polución, restos de fotoprotector. Aplícalo, sobre la piel húmeda, crearás una emulsión, que es capaz de retirar, toda la mugre y suciedad, que se te haya depositado a lo largo del día en la cara. Luego, retíralo con agua calentita. Hay unos aceites vegetales, alucinantes, para estos menesteres. El aceite vegetal de jojoba, el de coco y el de ricino, pueden ser un gran aliado para ti. Aquí meto tanto a ti hombre, cómo a ti mujer. Deberías de limpiar tu piel, independientemente, de tú sexo. Si tienes problemas dermatológicos, con mucha más razón.2º paso de mi rutina, limpio mi rostro con un limpiador al agua. Específico. Y respetuoso con el Ph de tu piel. Los hay en leche, en jabón sólido, en espuma. Buscamos que respeten la capa hidrolipídica de tu piel. Por supuesto con ingredientes naturales. Los hay maravillosos. A mí me encanta, en formato espuma. Te deja la piel, limpia. Sin sensación de tirantez.
3º paso de mi rutina, tonifico la piel. Los tónicos bien formulados están diseñados para para limpiar y reajustar el equilibrio del pH de tu piel, después de haber usado un limpiador. Para tu información. Los tónicos se centran en hidratar y reforzar la barrera lipidica de la piel. Es decir, tu manto ácido. Tienen una capacidad regeneradora, muy importante. Para mantener, tu piel suave y protegida busca tónicos que lleven vitamina B3, aceite esencial de rosa de damasco, aloe vera. Evita que lleven alcohol, perfumes. Para que no te irrite más la cara. Los hay naturales magníficos. Te digo que tu piel estará suave, elástica, la sentirás hidratada, calmada, fresca. Además tu piel ya está preparada, para recibir su tratamiento para la rosácea.
4º paso de mi rutina, utilizo una crema tratante. Ayuda a restablecer el manto ácido de tu piel. En la rosácea, esta capa hidrolipídica, está dañada. Y necesitas mucha hidratación. Yo la que estoy usando es de 5punto5. Te deja la piel relajada, sin picor, fresca, hidratada, elástica. Y en unas semanas he controlado el brote de rosácea, que tenía. Busca cremas que estén formuladas con manteca de karité o aloe vera (te darán hidratación), con aceite vegetal de caléndula (te calmará la inflamación y el quemazón), o con aceites esenciales de lavanda o manzanilla romana (calman, suavizan tu piel)
5º y último paso, utiliza SIEMPRE un buen fotoprotector. Aunque sea invierno. Aunque esté el día nublado. Aunque no vayas a salir a la calle. Y si lo buscas que sea físico, mejor. Pues no penetra en las capas profundas de la piel y no tendrás problemas de sensibilidad o alergia.
Ahora puedes controlar los brotes de rosácea, ¡naturalmente! Si tienes más dudas, ¡pregúntame!
Piensa diferente. Piensa en verde
Referencias:
fitoterapia.net