Este invierno los labios bold (en castellano labios audaces) son un must, siendo la apuesta más arriesgada; pintarse los labios con colores atrevidos y reducir el resto de maquillaje en los ojos (si te apetece).
Por ejemplo, en Estados Unidos ha crecido hasta un 80% las ventas en cuanto a labiales. Tiene sentido porque después de un año en el que la mitad de nuestros rostros estuvieron ocultos (en silencio, podría decirse) la gente busca labiales; y es que unos labios potentes enmascara muy bien una piel fatigada.
Los colores llamativos están muy de moda esta temporada. Colores muy oscuros como negros, marrones y borgoña intensos, colores más vibrantes como naranja, violeta o fucsia, y otros poco comunes como azul y verde.
Preferible para labios más carnosos pero con un sofisticado efecto punk perfecto para la noche, estos colores oscuros deben ser los protagonistas de tu maquillaje con lo que la piel y la mirada deberán ser la mínima expresión, aunque el maquillaje esta para jugar y probar cosas diferentes.
Como dijo una vez Diane von Furstenberg: "El lápiz labial es para la cara como la puntuación es para una oración". Sin embargo, el lápiz labial no se trata solo de hacer una declaración: la historia del lápiz labial es también la historia de la transformación. Cuando la escritora Jamaica Kincaid se mudó a la ciudad de Nueva York, se reinventó a sí misma. Se cortó el pelo corto y se lo tiñó de rubio, se afeitó las cejas y usó zapatos de montar, y se pasó el lápiz labial rojo vivo, que pronto se convirtió en parte de su estilo característico.
Algunos tips cuando ya sepas el color que mejor se adapta a tu tipo de piel (por ejemplo: Si tienes un lápiz labial rojo que no funciona del todo con tu color, trata de cubrirlo con un brillo dorado para modificar el color o agrega un brillo rosado si los tonos más azules te funcionan mejor):
Huméctalos: El primer paso es tener unos labios hidratados. Por medio de una suave exfoliación, retira las células muertas e hidrata profundamente con un bálsamo hidratante.
Delinea: Traza el contorno de los labios con un delineador del mismo tono que el lipstick que vayas a utilizar. Esto evita que el pigmento se corra en las orillas y se resalte la forma natural de tu boca.
Aplica el color con un pincel: Utilizar esta herramienta le dará un mejor control para que su fruncido no se ensucie, o para que el lápiz labial no migre por encima de la línea de los labios ni se pegue a sus dientes.
Usa corrector: Es la mejor manera de limpiar las manchas de lápiz labial sin arruinar el resto de tu maquillaje. Toma tu corrector y delinea alrededor de tus labios y luego difumínalo.