Necesitaremos:
- Corrector
- Labial rojo
- 2 pinceles, uno para cada producto, preferiblemente uno biselado
- Perfilador del mismo tono que el labial
1. Para comenzar, debemos aplicar corrector en el arco de cupido, por debajo del labio inferior y en los laterales, difuminándolo bien.
2. Con el lápiz perfilaremos los labios con la boca cerrada. Si los tenemos finos podemos perfilar un poco hacia afuera para un efecto de mayor volumen, pero sin salirse del labio.
3. Con el lápiz rellenaremos los labios hacia dentro.
4. Con ayuda del pincel maquillaremos todo el labio con el pintalabios.
A la hora de elegir el color debemos saber que dentro de los tonos rojos, existen 2 tipos de pigmentos:
- Unos tonos tiran más hacia azulado: nos ayudarán a que los dientes parezcan más blancos. Serán perfectos para las morenas.
- Otros tiran hacia naranja: son mucho más cálidos y hacen que la piel parezca más dulce, por lo que serán perfectos para rubias.
No obstante, recuerda que existen otros factores que pueden influir en qué tipo de pigmento favorecen más, como el tono de la piel, los ojos, el cabello, etc. Lo más importantes es sentirnos bien con el color elegido, por lo que podemos probar los dos y elegir.
También debemos poner atención en la textura: mate o con brillo. Lo habitual suele ser:
- Labios gruesos: labiales mate
- Labios finos: labiales con brillo para reflejar mejor la luz y dar efecto de volumen.
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