¡Te explicamos! Regularmente debemos exfoliar la piel del cuerpo bien sea con productos de cosmética o con simple y sencillos alimentos o productos caseros. ¿Cómo? Fácil.
1. La borra del café (los posos), luego de haberse colado y ofrecernos su delicioso aroma y sabor, y de degustar una divina taza, podemos usarlo para exfoliarnos al momento de la ducha. Toma un poco, agrega unas gotas de tu aceite corporal preferido, el mío es el de coco o el de almendras, mezcla y esparce por todo el cuerpo incluyendo el rostro, espera 5 minutos en la ducha y enjuaga, luego puedes seguir con el resto de la ducha normalmente. Esto puedes realizarlo dos veces por semana. El café tiene propiedades diuréticas, humectantes, hidratantes, y provee de un hermosos brillo natural a tu piel. Destaca el brillo natural escondido y como agregado nos ayuda a disminuir la celulitis.
2. Azúcar con unas gotas de aceite de almendras o coco, mezcladas, y esparcida por todo el cuerpo en la ducha, también brinda un hermoso brillo.
3. Miel, este producto aparte de generar una suavidad increíble a la piel tiene propiedades antisépticas y analgésicas. Esparce por toda la piel, cuando estés en la ducha, espera unos minutos y enjuaga. Deja un aroma muy diferente y divino.
Las exfoliaciones corporales deben realizarse con suaves movimientos circulares para estimular la circulación, acentuando en las partes del cuerpo que estén rugosas, codos, rodillas talones. La humedad de la ducha ayuda a la penetración y a remover las partículas dañadas y sanando la piel para regenerarse.
Luego de realizada la exfoliación, debemos secar nuestro cuerpo de forma suave con toques con la toalla, así permitimos que esta absorba la humedad que necesita, ya que una piel reseca es una piel con sed. Debemos humectarla, y que mejor que haber realizado con anticipación un preparado con crema humectante sin olor, de tu preferencia, y añadirle unas gotas de aceite y el perfume de tu preferencia. También puedes añadir, parafina y/o glicerina, para generar más humectación en la crema. Coloca en todo el cuerpo, y disfruta de una piel suave, perfumada y sedosa.
La hidratación puede realizarse también en el cuarto de baño, así aprovechamos la humedad de este. Al igual que la exfoliación, las cremas deben colocarse en el cuerpo de forma circular, y lograr que la piel la absorba. Podemos repetir la humectación de la piel antes de dormir después de una ducha corta. Es imprescindible, humectar la piel todas las veces que creamos conveniente, todas las veces que sea necesario durante el día, así logramos que se regenere, y se note la diferencia.
Personalmente, suelo usar muchos aceites corporales, y eso ha logrado que mi piel no tenga sed, y así logramos las miradas que deseamos y siempre radiante.