Últimamente siento que no paro de hablar de tetas: de las de las mujeres que me cruzo por la calle, de las de las actrices, de las de la Kardashian, de las de las modelos de Victoria´s Secret…
Y siempre termino diciendo lo mismo: tener el pecho grande es una putada (y os lo digo yo que tengo total conocimiento de causa).
Por eso alucino cuando veo a esas mujeres que se gastan una pasta en ponerse esos pechotes enormes… Si hubieran hablado conmigo antes, ¡no lo habrían hecho!
Y os voy a dar varios motivos para que podáis entender mi postura:
Primero hablaremos de la salud:
Tener el pecho grande nos impide respirar con normalidad si dormimos boca arriba (ya que el peso cae sobre los pulmones), nos provoca daños posturales y nos curva la espalda además de que la tensión del sujetador nos la contractura.
Tampoco podemos hacer deporte con normalidad, cualquier golpe es tremendamente doloroso así como los botes al correr que tiran del pecho hacía arriba y hacía abajo pudiendo desgarrar el músculo. Aunque, tampoco seamos alarmistas, yo, para evitarlo, cuando salgo a correr solo tengo que utilizar: un sujetador de tirante cruzado + un sujetador deportivo + una camiseta con refuerzo. Fácil, ¿no?.
Segundo hablaremos de las implicaciones sociológicas de tener un pecho grande.
Depende de la edad a la que te desarrolles y del tamaño del pecho, este puede crearte un gran complejo que te acompañará toda la vida. Y no solo porque los niños puedan llegar a ser muy crueles, ellos aún son un poco inocentes y no le dan tanto contenido sexual al pecho (son más de llamarnos gordas…), es más por los adultos: por la forma en la que algunos te miran y la forma en la que te tratan.
Os lo ejemplificaré: la hermana de una amiga mía con 15 años gastaba una 120H de sujetador (completamente desproporcionado para su edad y su cuerpo). Los niños se metían tanto con ella que tuvieron que cambiarla a otro colegio y el pecho le estaba causando tanto daño en la espalda que el médico recomendó que la operarán para reducírselo. Ahora, después de la operación y con 18 o 19 años tiene muchísima más confianza en si misma y se encuentra mejor.
Aunque estos problemas se mantiene en la edad adulta:
- Olvídate de los escotes (por pequeños que sean) para ir a trabajar porque siempre habrá algún viejo verde tratando de ver tu ombligo, compañeros que no te toman en serio e incluso clientes que deciden que es más adecuado invitarte a una copa que hablar de negocios.
- Pero, fuera del entorno laboral, las cosas no mejoran: cualquier escote que use una chica con poco pecho siempre será elegante (o casi siempre) en cambio, cuando lo usa una chica con pecho generoso, aunque el tamaño del escote sea la mitad, quedará vulgar y excesivo y suscitará comentarios de todo tipo y es que… ¡mira que las mujeres somos malas!
- Y tampoco podemos andar sin sujetador porque las tetas nos llegarían hasta el ombligo jajajaja.
Y tal vez sea mi complejo el que habla pero… ¿creéis que estos dos escotes producen la misma sensación?
Y el tercer motivo por el que tener un pecho grande es una putada es el precio de los sujetadores.
Las copas standard de pecho son la B y la C (las que suelen tener en todos los establecimientos). La copa A es un poco más dificil de conseguir, pero en precio no varía mucho.
En cambio, en cuanto subes a la copa D, no solo no encuentras en casi ningún establecimiento, si no que, además, son mucho más caros y con diseños, normalmente, bastante anticuados (por no decir horrorosos).
Por cierto, si no sabes cual es tu talla, aquí tienes una tabla para averiguarlo, porque, utilizar un sujetador de tu talla, te cambia realmente la vida (en zapatos y sujetadores es en lo único en lo que no merece la pena escatimar). Conozco a muchísimas mujeres que si usaran un sujetador adecuado y dejaran de llevar las tetas caídas rejuvenecerían 10 años.
En el caso de la hermana de mi amiga, sus padres solían gastarse entre 100 y 150 euros (si, si, habéis leído bien) en cada sujetador y ella siempre me dijo que era la mejor inversión que habían hecho nunca.
Pero vayamos a un caso menos exagerado, y el que mejor conozco es el mio (obviamente jajajaja). Yo utilizo una talla 95D y después de mucho buscar y averiguar he encontrado tres tiendas que nunca me defraudan (¿solo tres? si, solo tres…).
La primera de ellas y la que cambió mi vida fue H & M (aquí tenéis el enlace a su web)
En esta tienda puedes probarte los sujetadores (lo que no es nada habitual) y así pude descubrir por fin cual era mi talla y que modelo de sujetador me favorecía más (en mi caso es el modelo “Balconette”). Además, hasta hace poco, tenían modelos preciosos y super originales y el precio habitual de los mismos es de 15 euros (y la braguita a juego ronda los 7 euros). Y digo hasta hace poco porque, últimamente, los modelos de las tallas grandes no están tan bien hechos ni son tan bonitos como los demás… De todas formas, los sujetadores básicos a los que les puedes cruzar el tirante o quitarselo (strapless) siguen siendo una maravilla, una gran inversión que le recomendaría a todo el mundo. Y no exagero cuando digo que tengo uno en azul, uno en blanco, dos en negro y tres en color carne.
La segunda tienda que descubrí por casualidad en un Centro Comercial en Madrid es New Yorker (aquí tenéis el enlace, aunque no permite comprar online).
En esta tienda encuentras modelos super originales, muy trabajados y tirados de precio. Lo único malo es que no son tan ponibles, pero, para ocasiones especiales, este es tu sitio.
Y el tercer sitio que os recomiendo es Kiabi (aquí tenéis el enlace a su web).
Esta tienda la descubrí este verano en San Juan (aunque están abriendo tiendas por todo el país) y me llamó mucho la atención porque tienen ropa de tallas grandes (incluida lencería) muy original, moderna y bien de precio (que parece una tontería, pero no es fácil de encontrar…).
Este es uno de los modelos que podréis encontrar en la web (y que a mi me encanta) y ¡solo cuesta 11 euros!.
Ahora bien, hay otras tiendas en las que podéis encontrar sujetadores en tallas grandes, pero cuyos precios, en ocasiones, son prohibitivos.
- Etam: los sujetadores son caros y los diseños son aburridos (por no decir feos).
- Avon: yo les compré una vez un sujetador y la verdad es que estaba muy bien, aunque no fue barato y no te lo puedes probar tienen una tabla para ayudarte a elegir la talla adecuada que a mi me funcionó.
- El Corte Inglés: una vez fui a preguntar y le dije a la chica que quería un sujetador de la talla 95D moderno y después de mucho marearme me dijo que no tenía ninguno… ¡fracaso absoluto!
- Cualquier tienda de barrio, aunque en este caso, los sujetadores no bajan de los 50 euros.
Y ya para terminar, quería hablaros de las tallas hermanas (en esta tabla podéis consultar las vuestras)
Lo ideal es que, cuando te compres un sujetador, al abrocharlo, el cierre que uses sea el de en medio (por si ganas o pierdes un poco de peso). Pero, si no es posible encontrar esa talla, puedes conseguir uno (casi) equivalente de una talla menos con una copa mayor o de una talla mayor con una copa menor. Esto es lo que se conoce como tallas hermanas (en mi caso, las tallas hermanas serían 90E – 95 D – 100 C).
Y bueno, creo que esto es todo, espero que a partir de ahora las mujeres con pechos grandes elijan con sabiduría su lencería y las mujeres con pechos pequeños ni piensen en envidiarnos.
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Y a disfrutar, ¡que por fin es viernes!
Por cierto, quiero dedicarle este artículo a Javi, que siempre está pendiente del blog (aunque solo sea para reirse de mis ocurrencias) y es el artífice del mejor piropo que me han hecho nunca (aunque tiene raíces andaluzas y seguro que se lo dice a todas jajajaja). Muchos besos para ti.