Pero bueno, ahora que estamos en verano, parece que esto se acentúa, porque encontrar un bikini de tu talla es una pesadilla. No hay bikinis para tetonas ¿o qué? Y, desgraciadamente, esto no es a lo único que te enfrentas en verano si tienes una talla grande de sujetador:
1.- Para empezar las opciones de bikinis o ropa interior a elegir son más bien escasas.
2.- Lo de hacer agujeros en la arena para poder tumbarte boca abajo es real, si no has tenido que hacerlo nunca, no tienes tanto pecho.
3.- No es recomendable utilizar vestimentas cortas o escotes con pechos grandes, eso es un gran problema que ocurre en la sociedad. O vas a ir enseñándolo todo o vas a pasarte el día intentando ponértelo en su sitio (y como te descuides en un tirón te das en la cara).
4.- Si además compites en algún equipo, el uniforme del grupo no te va a quedar como a las demás. Si además ese deporte es natación, apaga y vámonos.
5.- Es una tortura encontrar bikinis de tu talla pero también modelos de bañador a tu medida. Si son bandeau te va a pasar como con los vestidos palabra de honor y si tienen los tirantes al cuello luego te va a doler una barbaridad.
6.- Ahora que se han puesto de moda los croptops, otra cosa que descartar, porque son demasiado cortos y si antes se te veía el pecho por arriba, ahora se te ve por debajo también.
7.- El drama de encontrar una camisa que te quede bien de mangas pero que no estalle por la zona de los botones.
8.- Las camisas con estampados y figuras es un problema, debido a que se deforman por el tamaño.
9.- Además hay miles de vestidos preciosos en las tiendas, la mayoría de ellos sin espalda. ¿Cómo vas a ir sin sujetador con esos vestidos? ¡Imposible! Lo bueno es que para esto hay un truco si se te da bien coser, y es el siguiente: coser un sujetador al vestido así:
DIY vía Skunkboy blog
(10.-) En fin, y lo peor de todo, como siempre, es no poder quejarte de tener el pecho grande, porque la gente piensa que te estás regodeando. También, existe un problema y es cuando las chicas tienen poco pecho y lo peores que se quejan y nadie les dice nada, no opinan ni comentan. ¡Qué injusticia!
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