Este es mi truco para estar bien (y funciona!): Combinar un poco de ejercicio aeróbico con cambios en la alimentación. Sólo tienes que tener fuerza de voluntad y comer menos grasas saturadas y alimentos fritos, y en poco tiempo verás un cambio.
La primera pregunta que tienes que hacerte es: ¿qué tipo de deporte me gusta? ¿cuál me divierte? Por ejemplo, si te gusta bailar, es una actividad que puedes hacer tu solo o en grupo, apuntándote a clases. No importa si hace tiempo que no lo practicas, apúntate a un grupo de iniciación y verás como no lo haces nada mal. Si por el contrario no tienes claro qué hacer, deja que te haga alguna sugerencia:
1. Caminatas. Si eres de los que no tienes preferencia por ningún deporte, prueba a empezar a andar. Es una actividad que puede realizar cualquier persona de cualquier edad, si no tiene ningún impedimento físico. Caminar rápido te ayuda a tonificar todos los músculos del cuerpo, a quemar calorías y a fortalecer tus huesos y tu corazón.
Con el tiempo podrás ir alternando andar con algunos minutos de carrera, y como es una actividad adictiva y motivadora, cada día será un nuevo reto para superarte a ti mismo.
2. Cenas ligeras. Una vez que me he comprometido conmigo mismo para realizar un poco de ejercicio, debo acompañarlo de cenas ligeras (prohibido alimentos ricos en grasas que además tardan mucho más en digerirse, como frituras y embutidos). Una excelente cena es una ensalada, a poder ser con ingredientes como semillas, queso fresco, tomate, rúcula o canónigos (la lechuga retiene líquidos).
Ensalada de quinoa y chía, receta aquí
Una cena sana también incluye alimentos ricos en proteínas, ya que son más saciantes y se digieren con facilidad. Los nutricionistas recomiendan pechuga de pollo o pavo, pescado, legumbres, verduras y/o huevos. En este enlace nos dan ideas para un menú saludable semanal, yo ya me he apuntado algunas cenas.
3. Menos refrescos y más infusiones. El refresco es una de las peores cosas que podemos beber. Llevan sustancias químicas y gran concentración de azúcares agregados que pueden dañar el ph de nuestro estómago (no poseen ni vitaminas, ni minerales). El exceso de azúcar puede ser origen de enfermedades, como la diabetes. Además tienen muchas calorías, cada lata de refresco de cola tiene 140 calorías, para quemarlas hay que andar durante al menos media hora a paso rápido. ¿Realmente merece la pena?
Imagen
En cambio, las infusiones no tienen contra indicaciones. Un té muy completo y que te va a sorprender por sus múltiples beneficios, es el Rooibos.
No tiene teína ni cafeína, por lo que puedes consumirlo en cualquier momento del día. Tiene poder antioxidante, tiene alto contenido de minerales, por lo que la recomiendan como una bebida isotónica natural. Tiene propiedades relajantes, ayuda a evitar el insomnio, mejora la circulación y regula los niveles de colesterol y azúcar en sangre. Además está muy rico.
4. Bebe mucha agua. Es algo que hemos oído con frecuencia, pero hay que saber por qué. Somos un 70% agua y continuamente tenemos que ir reponiendo los líquidos que gastamos. En primer lugar debemos beber agua para evitar la deshidratación, beber agua aumenta nuestra energía.
También previene enfermedades de tipo bascular y estomacales, es bueno para el corazón y estimula el tracto digestivo. La mejor manera es beber a sorbitos entre horas. Para ello vienen fenomenal este tipo de botellas reutilizables, que filtran el agua del grifo.
Botella con filtro
¿Practicas algún deporte para este Reto Operación Cuerpo 10? ¿Cuáles son tus trucos para estar bien?