Tanto películas de temática de moda, como algunas que no tienen nada que ver, han creado tendencias y han sabido llegar a todo tipo de público de todos los países.
Es el caso de prendas, peinados, estilismos o incluso, lugares, que han traspasado la pantalla para ponerse de moda.
Durante el siglo XX y parte del XXI, el cine nos ha permitido ver y soñar con mundos de fantasía e idolatrar a actores y actrices, pero cuando vemos que podemos imitarles, aunque sea con un peinado, una prenda o un estilismo, todo parece más accesible y cercano para nosotros.
Uno de estos actores fue Marlon Brando. El genial actor, sin pretenderlo, creó una moda en su película "Un tranvía llamado deseo" (1.951), en la cual aparecía con una camiseta interior blanca. Este tipo de prenda, hasta la fecha era usada por hombres como prenda exclusivamente interior y él, al aparecer en la película en las escenas en las que el calor era sofocante, no se daba cuenta de que cambiaría el mundo de la moda masculina del momento.
En aquella época, el hombre vestía con traje y sombrero, y la camiseta interior era más propia del hombre de fuera de la ciudad, pero Brando, al mostrar su torso musculoso y sus potentes brazos, demostró que se podía ir más informal y no pasaba nada, dando un aire de rebeldía a la juventud de la época y aportando un look más moderno y casual.
Más adelante, en la película Salvaje (1.954), Marlon Brando vuelve a romper con su imagen de rebelde. Su look motero, se puso de moda y todos querían su gorra, su chupa y sus jeans. La película, no es de las mejores de su carrera, pero potenció la imagen de Brando como Sex Symbol.
A la productora ya le iba bien.
Esta fue de las pocas películas en las que Brando explotó su físico. No le gustaba y además él quería que se le considerase actor sobre todo, y de los buenos. No le gustaban las fotos, los paparazzi, la prenda ni ser tratado "como un trozo de carne", como confesó en una ocasión.
De hecho demostró ser uno de los mejores actores del pasado siglo y tenía una formación teatral excelente.
Siempre fue polémico, por su forma de actuar, fuerte y segura, potente y dramática, pero también por su vida personal y su físico. Este le jugó una mala pasada ya que si al principio le sirvió para ser deseado, en los últimos años de su vida, precisamente, le hizo popular por lo contrario, engordó hasta sus límites y se dejó del todo, siendo una sombra de lo que fue.
Brando tuvo tres matrimonios y 16 hijos. Ganó dos OSCAR, por La Ley del Silencio (1.954) y El Padrino (1.972), el cual rechazó.