Centrándonos un poco en el concepto de "protección solar" creo que es hora ya de desterrar tanto prejuicio y saber qué es exactamente lo que hace y cómo actua un protector solar.
A estas alturas ya es más que sabido por todos los muchos efectos nocivos del sol y su radiación sobre nuestra piel. Aun así sigue existiendo cierta leyenda urbana acerca de que hay que ponerse morenos para tener buen aspecto, que si usamos protección solar no "cogemos color" etc...
Un protector solar es una barrera invisible que neutraliza los rayos nocivos del sol, esto es los UVA y UVB, además de ofrecernos factores añadidos como la hidratación y el cuidado de nuestra piel. Pero no por usar protector solar vamos a dejar de tener un tono saludable, ya que sólo filtra los rayos nocivos, mientras que permite a la melanina de la piel seguir haciendo su trabajo. Hace unos años las fórmulas de protección solar enfocadas al cuidado y protección del rostro aun no estaban muy perfeccionadas en lo que a textura se refiere, y era un poco incómodo su uso en el día a día porque eran cremas excesivamente untuosas, y dejaban cierta película blanquecina al aplicarlas. Pero en la actualidad son muchas las marcas que tienen excelentes productos de protección solar tanto facial como corporal, que se adaptan a todas las necesidades y tipos de piel.
Claro ejemplo de esto último lo encontramos en los solares de la marca Bioderma, en cuanto a protección facial he estado usando el Photoderm Max 50+:
Un fluido ultra ligero, con SPF 50, indicado para uso facial, y que he estado usando a diario desde el mes de junio, no sólo para la playa, sino de forma cotidiana como crema diaria, ya que al residir en Sevilla, (ya os podéis imaginar cómo cae el sol en esta ciudad), tengo la costumbre de llevar protección solar desde la primavera, porque tengo la piel de la cara muy sensible al sol y enseguida me salen manchas, a pesar de ser más bien morena.
Pues bien, como digo es un fluido ultra ligero, oil free, que hidrata bastante bien sin aportar nada de grasa ni pesadez al rostro, y que podéis usar perfectamente por sí sola o como base para antes de maquillaros. Esté producto está especialmente formulado para pieles sensibles y no contiene ni parabenos ni perfume, además de ser resistente al agua. De hecho, ahora que lo estoy usando para ir a la playa, sólo me lo tengo que aplicar una sola vez y no me resulta necesario repetir constantemente su aplicación cada vez que salgo del agua, algo que sí me ocurría con otras cremas solares.
El otro protector solar que he probado, en esta ocasión para el cuerpo es la Bruma Invisible de Bioderma, y que según he podido leer en otros blogs se ha convertido poco menos que en el producto estrella del verano, siendo más que merecida su fama por las características del producto:
En este caso el SPF es de 30, y su formulación es como la de un aceite seco, no sé si habéis usado el aceite corporal de Nuxe, pero su textura es muy similar. Es un producto que al igual que el anterior lo llevo usando desde junio, por lo que os hablo con conocimiento de causa: me encanta usarlo, porque al ser un aceite deja la piel preciosa y muy bien hidratada, además tiene una fragancia casi imperceptible pero muy agradable de llevar y vuelve a ser un producto perfecto tanto para su uso en el día a día cotidiano de la ciudad, como para su uso en la playa o en la piscina. Como detalle ilustrativo os diré que yo tengo los antebrazos muy sensibles al sol, y raro es el año que no me acaban saliendo manchitas, incluso usando otros factores de protección más altos que éste, sin embargo afortunadamente con este protector solar y yendo bastante a la playa, como fue el caso del pasado verano, no he visto ni una sola manchita aparecer, por lo que más contenta no puedo estar.
Esta es mi recomendación de productos solares, porque la marca me merece toda la confianza y porque mi experiencia con ellos es inmejorable ya por varios años de uso verano tras verano.
Ambos productos los podéis encontrar en Notino a un precio muy competitivo: 21,90 € el spray corporal y 13,20 € el protector facial.
Fuente: este post proviene de El Tocador de Martina, donde puedes consultar el contenido original.
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