Como aquel que no quiere la cosa ya casi rematamos dos semanas del mes de Febrero, se me han pasado volando (será porque he tenido mucho trabajo). Como veis, he vuelto a publicar en jueves, creo que hasta que no disponga de más tiempo seguiré haciéndolo porque sino voy de bólido y no puedo daros la calidad que merecéis en mis entradas y en mis fotos.
Y después de mis sinceras disculpas, vayamos al tema. ¿Celebráis San Valentín? Nosotros no lo hacemos, puede que sea porque nuestro aniversario es siempre la semana anterior o porque seamos más de Sant Jordi, pero eso no me quita que aproveche las novedades de Lush. El año pasado me quedé con las ganas, pero este año me he llevado conmigo a casa el Prince Charming, ¿lo conocéis?
El Prince Charming es un gel de ducha de edición limitada para San Valentín. Entre sus ingredientes está el zumo fresco de granada y el aceite revitalizante de pomelo. También contiene infusión de raíz de malvavisco, vaina de vainilla y manteca orgánica de cacao, ambos de comercio justo.
Como veis en la imagen, tiene un color rosa bastante mate (muy distinto al Snow Fairy, si lo tenéis presente) y con un aroma no tan dulce. En concreto a mi me huele a pastel, como a bizcocho (si alguna lo ha olido, que me deje en los comentarios a qué le huele, porque me intriga).
Siempre me pasa lo mismo cuando hablo de un gel de ducha. Pero sigo con lo mío, si alguien no sabe aplicar un gel, que me pregunte jaja.
Sólo deciros que la consistencia de este gel o crema de ducha es un poco más espesa que los otros de Lush, y eso hace más fácil su aplicación (no se cuela entre los dedos).
Por si no lo habéis notado en mis palabras anteriores, me fascina este gel. El color, el olor, la consistencia, me gusta todo. El primero de los rasgos os lo dejo juzgar a vosotros mismos, ¿no es precioso? Respecto al olor, deciros que a parte de oler muy rico (como a bizcocho) perdura un poco en la piel, pero no es demasiado intenso (pero si te hueles el brazo, por ejemplo, ahí sigue).
Y como tercer punto positivo, la consistencia que tiene el gel, que parecerá una tontería, pero hace que sea mucho más gustoso y agradable aplicarlo en el cuerpo (si lo habéis probado, entendéis por qué).
La única pega que le doy es el precio, como ya sabéis, los geles de Lush no son muy baratos, pero podéis pedir una muestra si os pica la curiosidad (yo es lo que hice el año pasado y mirad este año...).
En resumen, os recomiendo que lo probéis si tenéis la oportunidad, un capricho de vez en cuando no hace daño, ¿verdad?
El precio por 100 gr es de 7,95 €.
Mi puntuación es de 10.