El tinte semi permanente (baño de color o tinte sin amoniaco) no aclara el cabello, nada, actúa depositando los pigmentos sobre la cutícula, por éste motivo, se va poco a poco con los lavados (su duración es bastante corta, entre 6 y 12 lavados dependiendo del tipo de tinte y de cabello). Es ideal para aportar brillo, para reavivar el color o cambiar a otro algo más oscuro, pero no aclara. En cuanto a cubrir canas, yo diría que “las disimula”, no las tapa totalmente y enseguida vuelven a aparecer. No se mezcla con peróxido ni con amoniaco, por lo que no perjudica para nada ni el cabello ni el cuero cabelludo.
Éste sistema también lo llevan algunos productos como mascarillas, champús o acondicionadores matizadores…
Por el contrario, los tintes demi permanentes (a los que también llamamos “tono sobre tono”) se mezclan con peróxido pero en muy baja concentración, entre 5 y 10% por lo que su poder aclarante es muy bajo (máximo 1-2 tonos), pero los pigmentos además de depositarse sobre la cutícula del cabello, también se introducen, lo que hace que aunque siga eliminándose poco a poco con los lavados, dure bastante más tiempo (entre 20 y 30 lavados dependiendo de la marca y del tipo de cabello). Cubre las canas mejor que el anterior y se utiliza para conseguir tonos naturales, reflejos de tonos similares u oscurecer, recuerda que al mezclarse con tan poco oxidante, no tiene apenas poder aclarante, aún así, esa mínima cantidad puede causar una reacción alérgica y sería conveniente que hicieras una prueba de alergia antes de aplicar el tinte. El daño que pueda causar tanto al cabello como al cuero cabelludo es mínimo pero es recomendable hidratar bien el cabello después de la tintura.
Ahora ya puedes identificar si el tinte que usas es realmente libre de oxidantes o tiene una mínima cantidad, y elegir con cual quieres continuar!