Las diferencias entre un tinte químico y los barros son muchas:
Los tintes por oxidación aportan pigmentos en el cabello y pueden tapar las canas por completo, mientras que los barros sólo aportan un ligero reflejo a las canas y no modifican el color natural del cabello.
Los tintes químicos son capaces de aclarar mientras los barros respetan el tono incluso lo oscurecen.
Los barros y tintes naturales se pierden mucho más despacio que los tintes químicos, con los lavados apenas van desprendiendo color, es mucho más duradero.
Los tintes naturales están formados por elementos de la naturaleza como flores, maderas, plantas, algas, minerales, arcillas, hojas... mientras que los químicos están formulados principalmente por peróxido de hidrógeno y amoniaco que se utiliza para abrir la cutícula, también suelen llevar otro tipo de compuestos como conservantes o parabenos.
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Éste tipo de coloración está indicada principalmente para cabellos con problemas de caída o debilitados, pero es válida para todo tipo de cabellos ya que además de aportar reflejo, brillo e hidratación, evita y mejora problemas de caspa, grasa, incluso algunos tipos de caída.
La carta de color no incluye los rubios ni rubios claros, sino que va desde los rubios oscuros hasta los negros, pasando por los rojizos, colores de la tierra, que como he dicho anteriormente, no aclaran, sino oscurecen.
El mantenimiento depende del crecimiento del cabello de cada persona, hay quienes se retocan a las 3 semanas, o quienes no lo hacen hasta pasados 2 meses, cuando la raíz ya es claramente visible a causa del crecimiento de la melena.
Los barros naturales son una buena opción para la mayoría de las personas (a excepción de los amantes de los rubios...)