Dulce, chocolateado, delicioso y… ¡sano!, ¿venga ya? Pues siiii.
Últimamente tengo muy poco tiempo, por no decir nada, para pararme a merendar y eso es algo que no me puedo permitir… adoro merendar, por poco que sea…necesito algo, porque sino ¡me desmayo! jajaja, en serio…no puedo pasar sin mi merendilla… Pero tampoco quiero ir al armario y pillar lo primero que vea… ¡Por eso este bizchoco está genial! Se hace en un momento, lo conservas bien en un bote hermético para que te dure 3-4 días (si es que te aguantas las ganas de comértelo) y ya tienes tu pedacito de dulce para media mañana o para merendar, ¡incluso para desayunar!
Los ingredientes de la receta, más sanos imposible:
- 5 cucharadas de copos de avena
- Yogur de soja chocolateado
- 3 cucharadas de leche desnatada
- 2 claras de huevo (+ pizca de sal para montarlas)
- Edulcorante (con una cucharada va bien)
- Levadura (un tercio de sobre)
Y se acabó. Nada más.
El proceso:
1º Prepara la harina de avena. Tan solo tienes que batir los copos de avena. No pasa nada si hay algunos trocitos, de hecho mola porque luego le dará textura al bizcochito.
2º Añade a la harina la leche desnatada, el yogur, el edulcorante y la levadura. Mezclarlo todo bien.
3º Monta las claras con la ayuda de un pelín de sal.
4º Agrégalas a la mezcla anterior suavemente con movimientos envolventes.
5º Coloca la mezcla en un recipiente para horno con papel de hornear para que el bizcocho luego salga facil. (Si no tienes papel de horno, engrasa y enharina el recipiente, aunque a mi no me gusta hacerlo así porque, por poco que sea, siempre deja en el bizcocho una fina película alrededor que no me gusta saborear).
Y voilá.
Riquísimo, sanísimo y sencillísimo… Espero que probéis a hacerlo y me contéis qué tal el resultado. A ver si os gusta tanto como a mí… jeje.