Después del post en el que hablaba sobre el consumo de lácteos de origen animal me gané unos cuantos anónimos que me "tiraban de las orejas" por poner en entredicho las "bondades" de uno de los alimentos más consumidos del mundo y considerado como uno de los más nutritivos y completos para el ser humano. A día de hoy cuando saco a relucir este tema sigo despertando opiniones diversas y he de reconocer que el 90 % de aquellos a los que les digo que desde que no tomo lácteos de origen animal mi calidad de vida y mi salud han mejorado muchísimo, me miran con cara de no creérselo demasiado. Opiniones hay para todos los gustos y cada uno puede hacer lo que crea conveniente y apropiado y aquí en el blog expongo la mía que para eso la tengo. Dicho esto, en este post voy a contaros las alternativas vegetales a la leche de origen animal, sus beneficios y como podéis hacerlas en vuestra propia casa. Las leches vegetales comerciales contienen muchísimo azúcar y aditivos químicos que es precisamente lo que queremos evitar dejando de consumir leche o lácteos de origen animal.
Leche de Coco
Contiene magnesio, calcio, potasio, fibra, vitaminas C y E y hierro. Está indicada en casos de hipertensión, anemia, gastritis e inflamación de las articulaciones, ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico, mejora la calidad de la piel y ayuda a controlar el peso.
Leche de Soja
Es una bebida muy digestiva ya que no necesita de enzimas para ser digerida por el organismo. Gracias a su contenido en isoflavonas (estrógenos naturales) disminuye el colesterol y ayuda a paliar las molestias del síndrome premenstrual. Contiene calcio, potasio y magnesio. A la hora de consumir leche de soja es importante que sea ecológica y no transgénica, leed con atención las etiquetas.
Leche de Almendras
Su alto contenido en calcio y fósforo la convierten en la bebida perfecta para niños en fase de crecimiento, mujeres embarazadas y personas que padecen de osteoporosis. La fibra que contiene protege las paredes del intestino y ayuda a controlar tanto la absorción de azúcares como el colesterol. No contiene gluten ni lactosa, es baja en sodio y muy rica en proteínas.
Leche de Avena
Gracias a su bajo nivel de proteínas es una bebida de fácil digestión. Su contenido en fibra soluble mejora la flora intestinal, ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos en sangre. Su bajo índice glucémico ayuda a mantener estable el nivel de azúcar consiguiendo mantenernos saciados durante más tiempo. Rica en vitamina B ayuda a mantener el equilibrio del sistema nervioso.
Leche de Nueces
No dejes que el colesterol se apodere de tus arterias, su alto contenido en ácidos grasos esenciales omega 3 y 6 te ayudaran a prevenir las enfermedades de tipo cardiovascular. Contiene ácido folico, vitamina E, calcio, fosforo, magnesio y hierro.
Leche de Arroz
No contiene gluten, es muy baja en calorías, fácil de digerir y ¡muy fresquita!. Previene enfermedades de tipo cardiovascular y los derrames cerebrales gracias a su contenido en flavonoides. Al contener oligoelementos consigue mantener en perfecto estado nuestro sistema inmunológico. Perfecta para los que hacemos mucho deporte por su alto contenido en hidratos de carbono.
¿Cómo hacer nuestra propia leche vegetal?
Ponemos una taza del cereal o fruto seco del que queramos hacer la leche en remojo durante doce horas. Pasado ese tiempo tiramos el agua, añadimos cuatro tazas de agua nueva, a ser posible filtrada o mineral, y lo batimos - yo lo hago en una batidora de vaso porque se tarda mucho menos -. Una vez batido pasamos la mezcla por el colador para separar los restos sólidos que hayan podido quedar y guardamos en una botella, preferiblemente de cristal, y metemos al frigorífico. Se puede consumir entre los 3 ó 4 días siguientes a su elaboración. También podemos darle un toque dulce con stevia, cacao desgrasado, miel, canela o sírope de ágave.
En el caso de la leche de arroz se hace de una manera diferente. Se lava el arroz, integral a ser posible, y se pone a cocer. Con esto conseguimos que suelte el almidón que contiene. Una vez cocido mezclamos 1 taza de arroz con 4 tazas de agua, batimos y colamos.
Para elaborar la leche de coco perforamos los agujeros del coco para dejar salir el agua que contiene - y que podemos reservar para tomar después de hacer deporte ya que es muy rica en minerales - cortamos el coco en trozos y le cortamos la cáscara, lo ponemos en remojo un par de horas para que se ablande. Pasado este tiempo tiramos el agua, cubrimos con agua nueva, batimos y filtramos.
¿Qué hacer con el sobrante después de haber colado nuestra leche vegetal?
¡Aquí no se tira nada! y menos el sobrante de la materia prima con la que hemos elaborado nuestra leche vegetal. En una bandeja ponemos papel de hornear, extendemos el sobrante por toda la superficie y metemos al horno hasta que veamos que se ha secado - sin llegar a quemarse -. Con este proceso conseguimos una especie de harina que podremos utilizar para hacer repostería sana y ligera o añadir a alguno de nuestros guisos.
¿Sabías de los beneficios de tomar "leche vegetal"?
¿Has probado a hacerla en tu propia casa?
Para más información puedes consultar mi perfil de Google+ de Blanca Cabrerizo o contactar conmigo en theblancheblog@gmail.com