Las cremas deben aplicarse tanto por la mañana como por la noche, e incluirlas como una rutina más del cuidado diario.
Para aplicarte la crema en el contorno de los ojos, debes emplear únicamente el dedo anular y extender el producto suavemente dando pequeños golpecitos, así reactivamos la microcirculación y la crema actúa en profundidad.
Si al final del día tienes los ojos cansados e irritados, colócate sentada o tumbada, pero con la cabeza y la espalda bien rectas, la nuca apoyada y los ojos cerrados, y pon la yema del dedo corazón de cada mano sobre los globos oculares. A continuación, realiza movimientos lentos y suaves, desde la parte más alta del párpado superior hasta la línea de las pestañas, manteniendo los dedos apoyados hasta que vayas notando que te relajas. Repite este movimiento unas 20 veces.