Ya sabréis todas lo que se dice de esta crema: que una mujer vio en el servicio de un aeropuerto a Isabel Preysler dándose crema. Después, tiró el bote a la basura. La mujer la cogió y resultó ser esta crema.
Sea como sea, lo cierto es que muchas mujeres se han hecho adictas por sus componentes y precio. Sus ingredientes son el colágeno hidrolizado, el aloe vera y la centella asiática. Este cóctel sirve para hidratar la piel en profundidad, para alisar las arrugas y para eliminar las posibles rojeces.
Lo primero que llama la atención de la crema es el olor, ya que huele a crema de tratamiento (a crema de farmacia, lo que en el fondo es). Tampoco presta mucha atención al diseño. Se trata de un tubo de metal que vamos doblando según acabamos la crema.
Yo la he notado un poco densa, por lo que he preferido usarla por la noche. Esperaba también un buen rato a que la piel absorbiera el sérum antes de dármela. Yo tengo la piel mixta, de forma que me resultaba algo pesada. Pero supongo que todas aquellas que tengáis la piel seca, notaréis una mayor hidratación.
En el prospecto nos recomiendan aplicarla con suaves masajes circulares. Y no olvidar dar también en el cuello y el escote. La crema no está del todo mal. Lo que pasa es que no he notado ningún resultado notable. Es decir, que me ha proporcionado hidratación, pero nada más. Como cualquier otra crema. No sé si soy yo, pero desde luego, propiedades milagrosas, como había leído por ahí, no tiene.
Eso sí, se trata de una crema de farmacia muy asequible, ya que su precio ronda los 5 euros y es fácil de encontrar. Pero ya os digo que no he notado nada que la distinga de otras cremas.
¿Conocéis este producto? ¿La habéis probado?