Todos y todas, en algún momento de nuestra vida hemos hecho algún tipo de dieta para bajar esos kilitos que nos sobran; y cuántas veces hemos abandonado esas dietas, bien porque no veíamos que funcionaran, bien porque queremos resultados rápidos y no llegan, bien porque nos aburrían o por cualquier otro motivo.
En este post no os vamos a ofrecer ninguna dieta milagrosa, únicamente os vamos a dar algunos consejos para no ganar peso en tu día a día, indicaciones sobre los hábitos que hemos de llevar para tener una vida más saludable y si es posible, quitarnos algún que otro kilo al variar por completo nuestra forma de vida.
Lo primero que hemos de tener es una actitud positiva, motivada y alegre. Hemos de pensar que los resultados van a venir a largo plazo. Las dietas milagrosas donde te informan de perder muchos kilos en pocos días no son aconsejables. En cuanto se pierden se vuelven a ganar y ahí son más difíciles de volver a eliminarlos. Es lo que se llama efecto rebote.
Evitemos, en la medida de lo posible, los fritos y las grasas. Lo ideal es comer fruta y verdura todos los días. Estas aportan a nuestro organismo vitaminas, fibras, proteínas, minerales y antioxidantes. Además de su alto poder saciante y su poco aporte de calorías.
Beber mucha agua. Si, ya sabemos, no a todos nos gusta y la mayoría de las veces no tenemos ganas de tomarla. Pero tomar entre 1.5 y 2 litros diarios de agua, nos ayuda a perder toxinas, a mantener nuestro cuerpo hidratado y tiene poder saciante.
Nunca nos debemos saltar el desayuno y éste ha de ser abundante. La primera comida del día debe ser abundante y se debe a que nos aporta energía para afrontar el día, hace que no lleguemos a la hora de la comida con un hambre atroz. El desayuno debe incluír: lácteo desnatado, zumo natural, algún carbohidrato como pan cereales o galletas integrales (tenemos todo el día para quemarlos), infusión o café con leche desnatada y sin azúcar pero sí con edulcorante si os gusta así.
Hacer al menos 5 comidas al día. Las más importantes serán el desayuno, comida y cena, pero además hemos de hacer una a media mañana y otra a media tarde o en la hora de la merienda. Estas comidas es mejor que sean una pieza de fruta, un yogur desnatado, una tortita de arroz inflado? De esta forma nuestro metabolismo se acelera y se queman muchas más calorías. Estas 5 comidas ayudan a nuestro organismo a que no pase hambre y por consiguiente a que no acumule grasas, y también le aportará energía para enfrentarse a todo el día.
Intentar no llenar demasiado los platos. Lo mejor es ponernos porciones menores de lo habitual. Y si vamos a comer fuera, evitar terminarnos el plato.
Evitar las bebidas azucaradas. Aportan excesivas calorías
Evitar irnos a la cama sin haber hecho la digestión.
Evitar en la medida de lo posible el alcohol. Éste sólo nos aporta calorías. Si no puedes renunciar a ello, evita al menos las bebidas alcohólicas de alta graduación, toma cerveza sin alcohol y una copa de vino de vez en cuando.
Intentar comer siempre a las mismas horas.
Masticar muy bien los alimentos y comer lentamente.
Si algún día nos pasamos en la ingesta de calorías, bien por un acontecimiento especial, una cena de fin de semana, porque nos apetecía.. lo que podemos hacer es compensarlo con la siguiente comida. Esto quiere decir que durante los siguientes días comeremos lo más sano posible y evitando todos esos alimentos que nos aporten excesivas calorías.
Practicar ejercicio diario. Este es el mayor aliado para mantener tu peso. Si, ya sabemos que esto no a todos nos gusta, pero hay muchas fórmulas que no tienen por qué pasar por apuntarte a un gimnasio (que al final pagas y no vas). Puedes intentar caminar una media hora al día a paso rápido, subir las escaleras en vez de coger el ascensor, bajarte del bus una parada antes de tu destino, dejar el coche en un lugar más lejano de tu casa, hacer algún tipo de ejercicio en casa? Si lo necesitáis. Consultad con vuestro médico, para que os diga qué ejercicios son los más adecuados que podéis practicar.
Alimentos que no deben faltar en una buena dieta:
Frutas
Verduras
Cereales, pan y pasta
Carne y pescado
Legumbres
Aceite de oliva
Frutos secos
Agua
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