Pero primero debes aprender a diferenciar entre el hambre física y el hambre emocional.
El HAMBRE FÍSICA aparece de forma gradual, a medida que se van agotando los niveles de azúcar en sangre, y se soluciona comiendo.
El HAMBRE EMOCIONAL es consecuencia de un estado emocional concreto, que aparece de repente, y se manifiesta en forma de ansiedad por comer alimentos hipercalóricos. No se arregla comiendo, sino solucionando el problema que ha causado la emoción.
Mejora tu relación con la comida:
a) ¿QUÉ COMES?
Si no sigues una alimentación equilibrada puedes tener bajones de energía que te provoquen un hambre incontrolada, sobretodo en forma de ansiedad por alimentos dulces. Come lo que te apetezca, porque tu cuerpo es sabio y te pide en todo momento que le des aquello que necesita.
b) ¿CÓMO COMES?
Tómate el tiempo suficiente para comer, ya que la digestión empieza en la boca, masticando y ensalivando bien los alimentos. Si comes de forma inconsciente nunca recibirás la señal de saciedad, y comerás más de lo que necesitas porque no estarás atenta a las señales que te envía tu cerebro.
c) ¿CUÁNDO COMES?
No comas a cualquier hora ni esperes a tener mucha hambre para empezar a cocinar o a comer. Intenta programarte un horario para hacer 5 o 6 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y recena. Si comes cada 3 o 4 horas, no llegarás al estado de hambre que impulsa a comer rápido y con ansiedad.
d) ¿CUÁNTO COMES?
Como la sensación de saciedad no se percibe hasta 20 minutos después de haber empezado a comer, es importante que comas lentamente. Acostúmbrate a dejar de comer cuando notes esta sensación, no te obligues a acabarte lo que queda en el plato, y levántate de la mesa. No hace falta que lo tires, lo puedes guardar para otra comida.
e) ¿DÓNDE COMES?
Hazlo en la mesa, en un ambiente relajado, sin distracciones. Sólo así serás capaz de hacerlo de forma consciente y podrás dejar de comer cuando te notes llena. Si mientras comes estás andando, trabajando o ante el televisor, te guiarás por la cantidad de comida que tienes delante en lugar de cuan lleno está tu estómago.
f ) ¿POR QUÉ COMES ?
Porque tienes hambre física
Por placer
Para celebrar algo importante
Para adelgazar
Para desconectar de la realidad que te rodea
Etc.
Cuando comes por placer:
Al comer, tu cerebro fabrica una hormona relacionada con el bienestar: la serotonina. Si comes muy rápido, llenándote la boca con grandes cantidades de comida, obtienes unos niveles más altos de serotonina. Cuanto más rápido comes, más placer obtienes.
Al principio te sientes bien, por los efectos de la química cerebral, pero puede ser que tarde o temprano llegue el sentimiento de culpa y de malestar contigo misma y entonces vuelvas a iniciar el ritual de comer inconscientemente, para evadirte de los sentimientos que te acabas de generar.
Cuando comes para celebrar alguna cosa importante:
Desde pequeños, nos premian y castigan con la comida. Y de adultos, festejamos los momentos especiales con aperitivos, pasteles, cava… Pero ¿qué pasa si no sabes decir que NO o BASTA ante la comida, cuando realmente lo sientes y lo quieres así?
Aprende a poner límites: debes gustarte a ti misma primero, y no a los demás. Ser capaz de decir NO de forma asertiva es saber poner un límite importante para mantener tu espacio vital y tu autoestima. Si dices un NO cuando es lo que sientes, te estarás diciendo a ti misma un SÍ.
Cuando comes para adelgazar:
Cuando no comes lo que deseas porque haces dieta y te obligas a pasar hambre pensando que así adelgazarás mejor, tu cerebro interpreta que estás pasando por una época de escasez de alimentos, y activa los mecanismos de supervivencia:
Reduce el metabolismo (la energía que necesita tu cuerpo para funcionar bien)
Transforma las calorías ingeridas en grasas que se acumulan en el tejido adiposo, creando una reserva y haciéndote aumentar de peso.
Vaya, ¡precisamente el efecto contrario al que querías!
Cuando comes para desconectar:
Si picas algo dulce, quizás necesitas “dulzura” a nivel emocional. Pero entonces, por mucho chocolate que comas, nunca te bastará. Por lo tanto, tienes que mirar dentro de ti y buscar el origen de tus sentimientos: aburrimiento, nerviosismo, tristeza, rabia, disgusto…
? SI PICAS POR ABURRIMIENTO:
Necesitas llenar tu tiempo con cosas que te gusten de verdad, que te produzcan satisfacción y motivación. Haz una lista de las actividades que te hacen sentir bien y feliz, ponla en un lugar bien visible y recurre a ella cada vez que la necesites.
? SI PICAS POR NERVIOSISMO:
Necesitas reducir tu ritmo de vida. Practica técnicas de respiración, meditación y visualización.
? SI PICAS POR TRISTEZA, RABIA, DISGUSTO… :
Necesitas reforzar tu autoestima. Practica el pensamiento positivo.
Y RECUERDA …
Según Hipócrates, filósofo y médico de la Grecia clásica (siglo V a.C.), los alimentos deben ser nuestros medicamentos.
Si tu relación con la comida es sana y comes de forma adecuada, tu salud te lo agradecerá, porque no sólo eres lo que comes, sino que según como comas, así te sentirás.
Tienes el poder de decidir en todo momento qué, cómo, cuándo, cuánto, dónde y por qué comes, nadie más lo puede hacer por ti.
Y tú, ¿qué relación tienes con la comida?
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