Uno de los principales cambios en los que debemos enfocarnos al realizar nuestra dieta durante el verano es incrementar la ingesta de líquidos conforme aumenta la temperatura ambiental y se pierde más agua y electrolitos por sudor. Por ello, para poner el cuerpo a punto para el verano, te damos algunos consejos que te permitirán mejorar la hidratación:
No esperar a tener sed para beber agua, pues cuando sentimos sed ya existe cierto grado de deshidratación en el organismo.
Un mínimo de 2,5 a 3 litros diarios son necesarios en verano, y si realizas actividad física, debes aumentar esta cantidad.
Comienza desde la mañana consumiendo líquidos con el desayuno y cada 1,5 o 2 horas, ingiere un vaso o dos de agua u otra bebida para poder así, fraccionar y alcanzar adecuadamente, la ingesta de líquidos.
Escoge una bebida de tu agrado, puede se un zumo sin azúcar, o un agua suavemente saborizada en casa por unas gotas de zumo de limón o naranja.
Los alimentos también pueden ayudar, para lo cual debes escoger preparaciones en donde abunden las frutas y verduras frescas, gelatinas, sopas o batidos que incorporan agua a sus platos.
Evita sopas calientes así como infusiones a altas temperaturas o con efecto diurético, tales como el café o las bebidas alcohólicas que no hidratan tanto como el agua o un zumo de frutas.
Estos consejos te ayudaran a incrementar la ingesta de líquidos para adecuar la hidratación en esta nueva época del año y así, prevenir riesgos para la salud tales como un golpe de calor u otros.