Aunque hablamos de pestañas, el truco está más allá de ellas, es un conjunto de varios elementos para resaltar la mirada centrando la atención en los párpados y engañar a la vista.
El primer paso es el enchinado; éste debe llevarse a cabo en dos partes, la primera es enchinar las pestañas al natural mientras que la segunda vez se hace con éstas ya pintadas.
Una vez que tienes las pestañas rizadas viene la segunda parte, la cual es opcional pero que le agregaría un toque extra a tus ojos, hablo de la sombra, aunque ésta no necesita ser elaborada y la protagonista, puedes ponerte una sombra muy ligera sólo para enmarcar y darle profundidad al párpado, de preferencia elige tonos oscuros; negro, café, gris, etc.
La sombra debe colocarse sobre todo en la parte cóncava del párpado, donde se hace el pliegue natural.
A continuación viene el delineado. El delineado es forzoso para este efecto de pestaña postiza y se aplica sobre la línea del párpado lo más unido a la línea de crecimiento de las pestañas. El secreto está en trazar la línea lo más unida para después irla despegando en la esquina del ojo creando así las famosas cat lines.
Una vez que hemos terminado con los colores vienen las pestañas. Hay varios secretos sobre la aplicación del rimel; el primero es la elección de un producto que ayude a crear el efecto el cual por lo regular se presenta con cepillos gruesos y tonos muy negros. El segundo truco está en la aplicación del mismo, inicia siempre desde la raíz de la pestaña y sube con pequeños y rápidos movimientos horizontales, aplica una segunda capa y deja secar un poco y aquí es donde se debe rizar nuevamente la pestaña.
Logrado esto puedes aplicar una tercera capa.
El toque final está en el delineado de la parte interna del párpado, esa línea que se alcanza a asomar bajo el crecimiento de las pestañas, al iluminarlo igualmente de un tono oscuro, le dará más espesor al área logrando así un efecto de pestañas postizas sin aplicarte nada más que tu propio maquillaje.