Por el día
Si queremos usarlo por la mañana para ir al trabajo, realizar alguna visita o para cualquier momento, podemos combinar nuestro vestido negro con un peinado muy casual y natural, unos pendientes y collar discretos, un fular de colores que nos anime el rostro y unas medias en color carne.
Para el calzado nos decantaremos por unos zapatos o botas planas, mientras que nuestro abrigo dependerá de la estación, variando entre una cazadora de cuero de algún color, una chaqueta vaquera, un abrigo de color o un plumas, es decir, una prenda muy cómoda para pasar todo el día. Respecto al bolso, nos decantaríamos por un modelo más bien grande y de cualquier tono, puesto que cuanto más color introduzcamos en este look, más apropiadas para el día nos veremos.
Imágenes: Miticaillustrations, Sulia , The blonde salad y Le fashion image
Por la noche
Seguiremos teniendo como básico nuestro vestido negro pero la manera de combinarlo cambiaría radicalmente. Nos peinaríamos de una manera más sofisticada, como con un recogido, una melena rizada o una lisa perfecta. Asimismo, el maquillaje también será más atrevido. En el cuello podremos apostar por una gargantilla que nos aporte luz en el rostro, en cuyo caso nuestros pendientes deberían pasar desapercibidos, o hacer lo contrario, escoger unos pendientes llamativos y suprimir el collar, según nuestro gusto. También será un buen momento para apostar por unas medias negras, pero no demasiado tupidas, o bien por unas de fantasía.
Para nuestros pies es hora de usar unos buenos taconazos, ya sea en zapato, botín o bota. Como abrigo, también dependiendo de la estación, podremos incluir un chaquetón o un echarpe. Por último, elegiremos un bolso pequeño de cuero, pedrería, etc., según nuestras necesidades, pero siempre de tipo clutch.
Imágenes: Loves my showcase y Atlantic Pacific
¿Cómo lo combinaríais vosotras?
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