Estoy intentando además que el champú no tenga sulfatos. El laureth sulfate es lo que hace que el champú haga espuma, pero puede resecar el cabello y el cuero cabelludo.
Las marcas convencionales ofrecen pocos productos con estas características. Hay que tener cuidado con las que prometen ingredientes naturales y ver siempre en su INCI el lugar que ocupan. Si van al principio, están más presentes en el champú que sin van al final. Y vigilar siempre la presencia de otros químicos dañinos, como los parabenos. En cuanto a las siliconas, son las que acaban en -ona. one, col y xne, además de las PEG. De todas formas, si tenéis dudas sobre algún componente, os recomiendo acudir al Biodizionario, página italiana donde nos indica si esa sustancia es nociva o no.
Una de las marcas de cosmética natural y ecológica es Urtekram, de venta en algunos herbolarios o parafarmacias. También vende online, donde además podéis aprovecharos de descuentos. Su champú de rosas está pensado para cabellos secos, aunque tienen otras opciones para problemas específicos del cabello. Huele a rosas y deja el cabello muy suelto y limpio. Tiene sulfatos, pero derivados del aceite de coco, que son menos agresivos para el pelo.
La verdad es que desde que lo uso noto el cabello más brillante y también noto que se ensucia menos. De hecho, lo estamos usando toda la familia, porque los productos de los peques son un hervidero de siliconas y otros productos nocivos.
Aparte de las rosas, contiene aloe vera, para hidratar el cabello y el cuero cabelludo. Tiene certificado Ecocert y el envase también es reciclable. El bote de 250 ml cuesta unos 7 euros, que es más caro que un champú convencional, pero también más sano.
¿Lo habéis probado? ¿Os gusta la cosmética ecológica?