¿Qué tal? Perdonad mi ausencia pero hoy he tenido un día de locos y no he parado! Pero ya estoy en el ratito que me dedico a mi y a vosotras... y hoy vengo a hablaros de un tema del que tenía un montón de ganas de hablar... el famoso tema de siliconas, parabenos y sulfatos en los champús, acondicionadores y mascarillas.
De un tiempo a esta parte es un tema que está en boca de mucha gente, ya que con el boom de la cosmética natural (bendito boom!) hemos conseguido más o menos concienciarnos de que, en líneas generales, utilizar cosmética natural nos puede aportar un montón de beneficios. Pues bien, a mi me ha pasado eso y poquito a poco voy introduciendo estas cositas en mis rutinas... (ojo! que no quiere decir que no vaya a usar productos con estos componentes nunca más) y vengo a contaros de la manera más fácil que pueda qué son estas palabrejas que tanto oímos últimamente y lo que hacen en nuestro cabello.
¿Qué son los sulfatos, parabenos y siliconas y cuántos tipos hay?
SULFATOS: Los sulfatos son tensioactivos que actúan como "quitagrasas", es decir, disuelven la grasa del pelo (cosa que, al fin y al cabo, es el objetivo que tenemos al lavarnos el pelo). Para que nos hagamos una idea, los sulfatos podemos encontrarlos en dentífricos y detergentes. Su propiedad más característica es que produce mucha espuma, pero también irritan el cuero cabelludo, es decir, son bastante agresivos. Los efectos que pueden tener, entre otros son:
· Si tenemos algún tinte natural, permanente, henna o cualquier otro tipo de coloración, nos escupe el color.
· Elimina la queratina natural y hace que perdamos los aceites naturales del pelo.
· Irritan el cuero cabelludo
· Resecan el cabello
SILICONAS: Estos componentes se utilizan como aislantes y resisten muy bien el calor. Aportan suavidad y brillo creando una película y recubriendo nuestro cabello dejándolo sedoso... pero esto hace que se cree una lámina que a la larga deja el pelo apagado.
Llegados a este punto, tengo que hacer una aclaración. Hay dos tipos distintos de siliconas, las solubles y las no solubles. Las "malas" son las no solubles, por lo tanto, no es que todos los productos con siliconas sean malos, en absoluto!
Las siliconas más comunes son: dimethicone, cyclomethicone, siloxane, amodimethicone, cyclohexasiloxane, cyclopentasiloxane, dimethicone copolyol, dimethiconol, cetyl dimethicone, cyclomethicone, phenyl trimethicone.
NO SOLUBLES: Son la mayoría de las siliconas. Éstas se van quedando en el cabello, no se van tras el lavado.
SOLUBLES: Se disuelven con el agua, es decir, se van tras los lavados. Son sobre todo las que tienen el prefijo PEG- y la Hydrolyzed Wheat Protein Hydroxypropyl Polysiloxane, Lauryl methicone copolyol y Dimethicone Copolyo.
PARABENOS: Son conservantes, están elaborados a partir de un compuesto químico y sus propiedades son antifúngicas y antibacterianas, es decir, evitan el crecimiento de microbios en los productos que los componen.
Una vez explicado de manera (yo creo que) sencilla, os cuento:
Yo aún no he empezado a utilizar productos libres de sulfatos, parabenos y siliconas, pero no tardaré ya que quiero hacer que la vitalidad, hidratación y brillo vuelva a mi pelo. Tengo unos botes de YVES ROCHER (tienen una gama de champús y acondicionadores libres de estos componentes) y estoy deseando probarlos.
Quiero dejar claro que esto no es llegar y besar el santo, por supuesto esto tiene que ser trabajo de tiempo, no por usar una vez champú sin siliconas vamos a tener un pelazo de anuncio. Tenemos que esperar, con el tiempo veremos cambios (espero que a mejor). Bien es verdad que, al quitar la silicona de los componentes que aplicamos en el pelo, es posible que al principio notemos el pelo más encrespado, ya que siendo los componentes que dan la suavidad al pelo, sin ellos esa suavidad se irá. OJO! No quiere decir que se vaya para siempre, simplemente, cuando retiremos esos componentes, veremos cuál es el aspecto y estado de nuestro cabello "al natural", sin nada artificial. Una vez que veamos nuestro pelo como debería estar, es hora de darle la cura que necesite. Es decir, veremos si peca de falta de hidratación, encrespamiento, sequedad, falta de brillo... y así podremos aplicar los tratamientos que realmente necesite.
Por mi parte, me comprometo a iros contando periódicamente cómo me va con estos productos, cómo noto mi pelo, si noto mejoría...¿Qué os ha parecido el post? ¿Utilizáis productos libres de estos compuestos? ¿Os plantearíais hacerlo?
Espero vuestras opiniones sobre este tema tan controvertido, un besazo, amigas!