De la misma forma, no todas las hojas se muelen con la misma medida. A veces podemos encontrarlas enteras y otras veces en polvo. El té de hojas rotas (Pekoe) es el más sabroso porque al presentar varios puntos de rotura, su sabor se deja sentir por ellos. Este proceso de desecación también implica que los elementos característicos (como la teína) estén más o menos presentes, de modo que algunos sabores pueden tener ciertos efectos excitantes no recomendados para las personas nerviosas.
A pesar de que hasta hace unos años, el té negro era el más extendido, en las últimas décadas han comenzado a comercializarse otros tipos de té más saludables. Hay que aclarar que no existen propiamente varios tipos de té, ya que todos proceden de la misma planta, sino que es el proceso de secado lo que confiere a esta infusión sus propiedades características.
Té verde: de característico sabor algo amargo, es sin embargo, el más recomendado en dietas de adelgazamiento gracias a sus potentes quemadores de grasa y antioxidantes. Se suele dejar reposar durante dos minutos a una temperatura de 70º. También se le atribuyen propiedades astringentes y anticancerígenas, además de ser utilizado como tónico para la piel en tratamientos de belleza.
Té negro: era el más consumido hasta la irrupción del té verde en el mercado. También posee una gran cantidad de antioxidantes, es saciante, por lo que resulta adecuado para personas que quieren controlar su apetito. Se le atribuyen propiedades anticancerígenas y es bueno para los huesos. Como es el té que posee unas dosis de teína más elevadas, está recomendado en casos de fatiga y cansancio, aunque no está recomendado para personas nerviosas o para niños.
Té rojo: al igual que los vinos, el té rojo se obtiene de las hojas del arbusto que se han dejado madurar durante mucho tiempo. De ahí procede su sabor característico que, sin embargo, puede resultar algo amargo para los paladares no acostumbrados. También está recomendado en las dietas de adelgazamiento porque se le considera estimulante del metabolismo. De la misma manera, al tener más flavonoides, no está recomendado su consumo en personas hipertensas o nerviosas, ya que pueden provocar insomnio o taquicardias.
Té blanco: es el que contiene un mayor número de antioxidantes. Se elabora a partir de brotes tiernos del arbusto del té y durante milenios sólo lo tomaban los emperadores chinos porque se pensaba que alargaba la vida hasta llegar a la inmortalidad. También se considera que estimula el sistema inmunológico, por lo que es indicado para prevenir algunas enfermedades. Baja los niveles de colesterol en sangre y también puede tomarse en dietas de adelgazamiento. Sus propiedades son especialmente buenas para el cutis.
Cada país tiene su manera de preparar el té. En algunos constituye por sí mismo toda una ceremonia, como Japón. Sin embargo, no se suele disponer de tanto tiempo, muchas veces ni siquiera para hacerlo en una tetera, por lo que las bolsas de infusiones que hay actualmente en el mercado suelen servir para el microondas. Algunos, como el té verde, no deben pasar de tres minutos en reposo, a fin de mantener todas sus propiedades. También hay que tener en cuenta que una cantidad excesiva en el agua puede hacer el efecto contrario y ponernos más nerviosos. Por ello, se recomienda tomar dos tazas de té al día para ver sus resultados, pero no por la noche, para evitar aquellos no deseados. A pesar de tratarse de una bebida que generalmente se toma caliente, en verano se puede hacer un delicioso té helado combinándolo con otros sabores como canela, limón, menta...
¿Os gusta esta bebuda? ¿Soléis consumirla a menudo?