Últimamente he recibido demasiadas preguntas sobre la transición a rizos, pues como la mayoría sabe, por lo menos los que me siguen hace mucho rato a través de mi blog y las redes sociales, yo me fuí por la transición y no por el gran corte para recuperar mis rizos y en esta entrada sobre mi experiencia te cuento algunos detalles.
La transición no es color de rosa y cuando no estás preparada para enfrentarla terminas sucumbiendo nuevamente al alisado o al texturizado, por esta razón es importante que seas consciente de los tres problemas comunes que te encontrarás y cómo enfrentarlos:
1. Manejo de dos texturas
Cuando nuestro cabello natural empieza a florecer se vuelve casi que un infierno el lidiar con ambas texturas, por un lado nuestro cabello natural rizado y por otro lado la parte alisada o texturizada. En la medida que el rizo crece se va haciendo más complicado por lo que muchas en el desespero optan por llevar estilos que hagan que la parte rizada luzca como la alisada, cepillando o planchando el cabello, añadiendo un problema más a tratar.
En esta etapa los estilos apropiados son los que permitan que la parte alisada luzca como la rizada, como los twits, bantu knots, finger coils, peinados con flexirods, trenzas, etc. En este y este video también encontrarás algunos estilos que usé durante mi transición.
Si definitivamente manejar las dos texturas no es lo tuyo, siempre está el gran corte.
2. Quiebre
Generalmente la línea que divide el cabello natural del cabello alisado, llamada línea de demarcación, es por donde éste se quiebra o parte; para evitarlo debes ser muy juiciosa con la hidratación del cabello, esto ayudará a que se enrede menos y por consiguiente se quiebre menos.
Esta hidratación la consigues con agua o productos que tengan el agua como principal ingrediente, búscala en tus acondicionadores, cremas de peinar y tratamientos intensivos; así como también en tu interior, beber suficiente agua dará una nueva vida a tu cabello y a tu piel.
Un buen balance proteico es también necesario durante la transición, por lo que necesitas realizar tratamientos con proteínas durante este tiempo, sin embargo si abusas de ellos conseguirás el efecto contrario: resequedad y quiebre. Lo recomendable es que lo hagas por lo menos una vez por mes.
Como ya te mencioné arriba, peínate con estilos que hagan que la parte lisa se vuelva rizada y no lo contrario, no te hagas peinados muy apretados y recuerda que parte del proceso de la transición es cortar las puntas de manera regular, si lo haces te será mucho más fácil controlar el quiebre, no te aferres más al cabello que estás por dejar de lado.
3. Escoger los productos adecuados
Una de las preguntas que siempre recibo tiene que ver con los productos que se pueden utilizar durante la transición, en este punto es bueno saber que las necesidades del cabello alisado son muy diferentes a las de tu cabello natural por lo tanto no te van a servir los mismos.
Concéntrate en la hidratación más que en la definición y en la medida que avanza el tiempo, las necesidades de tu cabello van cambiando, así que puede que un producto que antes te servía, ya no te sirva más adelante; o por el contrario un producto que antes no te caía bien, una vez terminado el tiempo de transición, sea el que mejor te siente. Independiente de la marca hay 4 productos no te pueden faltar.
Así que mantente en constante búsqueda, en la medida de tus posibilidades, prueba productos o recetas y quédate con lo que mejor te vaya, recuerda que lo que yo escribo o recomiendo es basado en mi experiencia, tu puedes tener otra según los resultados que veas.
Estás en transición a rizos? Hay algún otro problema que se te haya presentado?