¡Me he divertido muchísimo preparando este post!
Resulta que me doy cuenta de que las amantes de los esmaltes seguimos ciertos patrones que, sí, curiosamente, se repiten más allá de las fronteras. Da igual que estemos en un país o en otro, que tengamos más o menos edad… si somos adictas a los esmaltes de uñas, vivimos todo este recopilatorio que veréis a continuación.
¿Me decís si acerté con todas?
¿Me dejé alguna reacción sin publicar? ¿Echáis de menos alguna?
1. Creer que con una capa de top coat matificante tu jefe será más suave
2. Tardar más en elegir esmalte de uñas que en comprar un coche nuevo
3. Captar a simple vista que alguien ha tocado tu colección de esmaltes
4. Escuchar a alguien decir “Prefiero no llevarlas pintadas” y no entender este estúpido y absurdo mundo
5. Tener tu color favorito repetido por si dejasen de fabricarlo de la noche a la mañana
6. Seguir en Instagram más cuentas sobre nail art que de amigos reales
7. Volverse una niña cuando llega un envío de esmaltes (“Nail Mail”, que lo llaman)
8. Diferenciar de un vistazo cuatro tonos prácticamente iguales
9. Pintarse las uñas y querer probarse otro color a los 5 minutos
10. Morirse lentamente cuando en tu nuevo trabajo no te dejan llevar las uñas pintadas
11. Girar los tarros de esmalte bajo un foco de luz para enamorarse más de su acabado
12. Enloquecer cuando tu amiga te enseña su nuevo holográfico y te dice cómo conseguirlo en oferta
(¡En 3 segundos haces cuentas sobre qué quieres, qué tienes y cuánto puedes gastar!)
A mí desde luego me representan sí o sí. Creo que cualquiera que me conozca me reconoce en todas y cada una de las situaciones jajaja ¡es lo que hay, chicas! Ay, no lo puedo evitar, me parto con estas imágenes una y otra vez.
¡¡Aunque lo peor es que me he dado cuenta de una cosa!!
¿¿De verdad es así como se me ve desde fuera?? jajaja