Street style de la Semana de la moda de Londres.
1. Mantén un orden
Es el primer punto y uno de los principales. Pese a que tu fondo de armario sea el ideal, si lo tienes completamente desordenado, no conseguirás ver nada con facilidad. Para poder combinar tus looks de una manera más rápida y evitar pérdidas de tiempo innecesarias, te recomiendo que agrupes las prendas (partes de arriba, pantalones, faldas, vestidos, ropa interior...) Y para las más exquisitas, la opción de ordenar por colores, también resulta una alternativa fantástica.
2. Antes de estampado, piensa en monocolor
Muchas veces, cuando vamos de compras, nos fijamos en las prendas más arriesgadas y extravagantes de la tienda. Los vistosos estampados o cortes originales, suelen llamar más nuestra atención pero si aún crees que no tienes un guardarropa completo, te sugiero que prestes más atención a piezas de un sólo color y algo más básicas ya que, a la hora de vestir en el día a día, te serán de mayor utilidad.
3. Asegúrate de que te favorece
En ocasiones sentimos que una prenda que nos quedaba genial en la tienda, no nos favorece tanto en el espejo de nuestra casa. Independientemente de la diferencia de la iluminación y otros factores, no tener claro qué tipo de ropa nos favorece, puede hacer que con el ambiente del establecimiento (rebajas, música etc.) y emocionados por probarnos prendas nuevas, acabemos picando con algo que realmente no nos convence. Para evitar esto, puedes decantarte por una asesoría de imagen de la mano de un profesional, que examine cuáles son los colores que resaltan tu belleza.
Caroline de Maigret, burro con ropa e interior de una tienda de Zara.
4. ¡No olvides el entretiempo!
Como os comentaba en el inicio, no trataré sobre qué prendas concretas deben componer un fondo de armario correcto, pero lo cierto es que a veces, nuestro guardarropa resulta incompleto debido a que caemos en los extremos y solo tenemos prendas de invierno y verano. El otoño y la primavera también existen y hay que contemplar los altibajos de temperaturas que se presentan durante esas temporadas para no pasar demasiado calor, ni demasiado frío. Una gabardina, una parka ligera, una cazadora denim, una cárdigan o una chaqueta impermeable, te podrán salvar de una repentina tormenta o ligero frío, sin necesidad de abrigarte demasiado.
5. Los complementos transforman tus looks
Por lo general, los complementos suelen tener un papel secundario a la hora de elegir nuestros estilismos, pero ese papel es mucho más significativo de lo que crees. Dependiendo de qué tipo de complemento escojas, cambiarás por completo la estética de tu look. No es lo mismo usar un clutch, que una bandolera o unas sandalias de tacón, que unas zapatillas de deporte. Cerciórate de que tengas los suficientes para poder sacar el mayor partido a tus prendas base.
6. Prendas que se ajusten a tu talla y rutina
¡Olvídate de las tendencias! Lo que se lleva en este momento, tarde o temprano pasará de moda pero seguirá en tu armario. A la hora de elegir las piezas principales de tu guardarropa, ten en cuenta tu rutina diaria (las prendas variarán dependiendo de tu trabajo, hábitos y aficiones) y por supuesto, no caigas en el error de comprar tallas inferiores, para cuando pierdas esos kilitos que crees que te sobran. Lo imprescindible es que tu ropa te haga sentir cómoda y se adecúe a ti y no al revés.