Dicen que con esto del confinamiento y las mascarillas, con tanto Zoom y videollamada, las operaciones y tratamientos estéticos para los ojos se han disparado. Y no me extraña, porque son de las pocas cosas que se dejan ver. Pero os digo algo, creo que es el momento también de cuidar nuestro cuerpo y aprovechar para hacernos tratamientos con los que nos sintamos mejor, porque lucir tipín también ayuda... Y hay un nuevo tratamiento que se llama Tightsculpting que tiene pintaza por todos los beneficios que tiene. Seguid leyendo, que os cuento más.
Si os dijera que hay un tratamiento corporal no invasivo, sin agujas, que hace todo esto:
Combate la flacidez
Favorece la eliminación de la grasa localizada
Favorece el drenaje linfático
Incrementa el metabolismo graso
Mejora la textura de la piel
Mejora la apariencia de la celulitis y la piel de naranja Con resultados visibles desde la primera sesión y que además no requiere baja médica ni reposo y es 100% seguro y eficaz... ¿a qué hora pediríais la primera cita?
Suena genial, ¿verdad? Pues todo eso es lo que hace Tightsculpting, un tratamiento láser con gran efectividad y comodidad para el paciente.
Gracias a una avanzada tecnología láser de infrarrojos, que combina el láser Erbio (láser Er-Yag) y el láser Neodimio (Nd-Yag), este tratamiento produce una lipólisis controlada que elimina los depósitos de grasa localizada. Así, se produce una reducción de volumen en las zonas más propensas a la acumulación de grasa (glúteos, cintura, muslos, parte posterior de los brazos...). Además, el Tightsculpting promueve la formación de colágeno y elastina, por lo que la piel está más tersa y firme. Con esos dos efectos conjugados, la apariencia de la celulitis mejora mucho porque se elimina la grasa y se tensa la piel, así que la temida piel de naranja se mejora muchísimo.
Y lo mejor es que la intensidad del tratamiento puede modularse para que sea más o menos profunda en las capas de la piel, según la zona a tratar o el estado de la misma, con cuatro niveles de actuación.
Otra de las acciones del Tightsculpting es que produce microablaciones en las capas superficiales de la piel, de manera que ayuda no sólo a que ésta se regenere y por tanto tenga una apariencia más joven, sino que también favorece la desaparición de manchas y cicatrices y hace que la piel se vea más luminosa. Este efecto del tratamiento es perfecto para su aplicación en el rostro.
En definitiva, es un tratamiento que puede aplicarse prácticamente de la cabeza a los pies, según el efecto que queramos en cada zona, y además puede combinarse con otros para obtener unos resultados aún más personalizados y positivos. Es lo más parecido a una cirugía estética, pero sin cirugía.
La verdad es que las fotos del antes y el después para comprobar los efectos de Tightsculpting son espectaculares. Podéis verlas en el enlace que os he puesto al principio del post (la palabra que está marcada en rosita). Yo ya me estoy planteando pedir cita...
Fuente: este post proviene de Fitness & Chicness, donde puedes consultar el contenido original.
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