Esta última semana no ha sido del todo fácil para mi. Entre fechas límite y objetivos mensuales en el trabajo, y la inundación de mi feed de fotos de a alfombra roja de los Oscars, me ha costado mucho mantenerme en paz conmigo misma. No me mal entiendan, me encanta ver los shows y las alfombras rojas, y soñar que algún día usaré un vestido Alta Costura de Chanel, o un Versace que me haga parecer una princesa guerrera… Pero no, en vez de eso veo esos vestidos en la tele, sentada en mi cama, usando mi sudadera vieja de la universidad. Lo difícil de ver este tipo de programas, no es en sí el programa, sino los comentarios que por lo general acompañan a las imágenes de las decenas de actrices y celebridades. Si la gente que conozco y sigo en redes sociales es tan severa al juzgar la apariencia de las actrices que pagaron cientos, tal vez miles de dólares para verse perfectas, ¿qué dirán de mí?
Ok, la verdad es que no hay tanta gente que hable sobre mi, pero muchos de esos que si lo hacen, no suelen ser los más amables. “No te metas la blusa en el pantalón, se te nota la panza.”, “¿En serio vas a usar ese estampado? Te ves enorme.”, “Estás gorda, ¿cómo puedes ser feliz así?”, o mi favorito, “No te preocupes, te prometo que en cuanto enflaques tantito encuentras a alguien”. No es fácil ignorar el sentimiento que causan estos comentarios, aún cuando sé que muchas veces quienes los hacen tienes las mejores intenciones. Son comentarios que pretenden hacer que me sienta insuficiente, solo porque no me parezco a la idea que alguien tiene de lo que es ser guapa. Son comentarios que pretenden que me sienta avergonzada de la persona que soy, y la verdad es que me quiero a mi misma. Me quiero mucho.
Constantemente tengo que estar recordándome a mi misma que las opiniones de otros sobre mi cuerpo no son reflejo de mi, sino de la otra persona y sus propios traumas, vivencias e ideales medio erróneos de lo que es la belleza. La única opinión que cuenta, es la mía. La decisión de ignorar las opiniones de los demás, y concentrarme mejor en construir un relación sana conmigo misma y con mi cuerpo, está resultando ser una de las cosas más satisfactorias y liberadoras que he hecho en mi vida. El aprender a verme a mi misma en el espejo justo después de bañarme, y aprender a amar cada lonja, curva y estría es una de las cosas más bonitas que he hecho por mi misma.
La verdad es que, en mi muy humilde opinión, el amor propio es el nuevo #RelationshipGoals.
Xo,
C.
This past week hasnt been the easiest for me. Between trying to meet deadlines and monthly goals at work, and the recent flow of red carpet images from the Oscars and so many other movie award events that have been going on, its been a struggle to be in peace with myself. I mean, dont get me wrong, I love watching the red carpets and daydreaming of myself wearing Haute Couture Chanel, or a warrior princess-looking Versace dress, but instead, Im in bed, wearing an old college sweatshirt. The hard part about watching movie award ceremonies and the red carpets isnt the fact that Im not there, but more the comments that usually accompany the images of perfectly styled actresses. If people I know or follow on social media are being so harsh on someone who pays hundreds, maybe thousands of dollars, to look stunning, what are they saying about me?!
In reality, not that many people actually talk about me, but a lot of those who do often arent the kindest. “Dont tuck in your shirt, your tummys showing”, “Dont wear loud prints, they make you look bigger”, “Youre fat, how can you possibly be happy?”, or, my personal favorite “Dont worry, youll find someone as soon as you lose a little weight”. Its hard to ignore how these comments make me feel, even when the person saying them actually kinda means well. Theyre meant to make me feel like Im not enough, just because I dont fit in someones idea of hot, or beautiful. Theyre meant to make me be repulsed by the person I am now, and truthfully, I like myself. A lot.
I constantly find myself making mental notes to remember that other peoples opinions about my body and my looks are not a reflection of me, but of that other persons struggles and misconceptions about beauty. The only opinion that really matters, is mine. Deciding to ignore others opinions and focusing on building a healthy relationship with myself and my body is one of the most satisfying and freeing things Ive done in my life. Learning to look at myself in the mirror right after a shower and loving every roll, curve and stretch mark is turning out to be one of the most beautiful things Ive done for myself.
As far as Im concerned, self-love is the new #RelationshipGoals.
Xo,
C.