El sistema de uso es muy fácil, se van cogiendo mechones, con el pelo seco se aplica un poco de laca, se coloca el Hair Curler en la parte más alta donde queremos que empiece el rizo y se va enrollando el resto del mechón, después se cierra la copa juntando los dos extremos en uno, que por su material, no se escurre y después de unos minutos, abrimos la copa, deshacemos el mechón y habrá quedado un rizo bastante natural.
Sus diferentes tamaños se adaptan a los distintos largos del cabello, son resistentes al calor, se pueden lavar, no son tóxicos y no hace falta usar horquillas ni pinzas ni nada más. Los hay de varios colores alegres, incluso como novedad, fluorescentes que brillan en la oscuridad.
Para más comodidad o para trasladarlos cómodamente, hay unas bolsitas de maya blanca en las que caben hasta 48 rulos de tamaño normal o 30 de tamaño grande, suficiente para cualquier melena.
Pero además, debo deciros que la casa colabora con la Fundación de la hermana Freda, en Kenia, donando material de estudio, literas y alimentos a la escuela secundaria de niñas, también opera en hospitales y clínicas, gesto que les honra como personas.
Personalmente no he probado ésta herramienta para crear rizos y ondas, me gustaría hacerlo y si tengo la oportunidad, lo haré, mientras tanto, espero vuestros comentarios si alguna los conocéis o si queréis decir vuestra opinión. Yo os veo pronto con mucho más! Ser buenos!
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