La palabra smoothie viene del término anglosajón smooth (suave) utilizado para el término batido.
Estos pueden hacerse a base de frutas y verduras para crear bebidas refrescantes, nutritivas, depurativas o con propiedades específicas para mejorar la salud o el bienestar de la persona que los consuma.
Son una forma de conseguir un tentempié sano. Lo mejor es que puedes prepararlos y beberlos en unos minutos para continuar tu día.
¿Cuál es la diferencia entre un smoothie o un zumo licuado?
Los zumos licuados se elaboran a base frutas con leche de vaca o leches especiales (desnatada, con fibra, calcio, vegetales…) Son principalmente líquidos y para prepararlos, sólo se necesita mantener la licuadora a velocidad de media a alta para que todos los ingredientes se integren.
Por su parte, los smoothies suelen tener una consistencia espesa. Difieren del resto de bebidas de frutas por su cremosidad. Al igual que los zumos licuados, usualmente se preparan con leche de vaca, leches especiales o con yogur natural para enriquecerlo con proteínas. A diferencia de los zumos licuados pueden sustituir una comida si sus ingredientes aportan tanto proteínas como hidratos de carbono y grasas; aunque el aporte en calorías sería mucho más bajo.
PASOS PARA PREPARAR SMOOTHIES
Escoge los ingredientes: Elige como mínimo 2 tipos de fruta diferentes o 1 fruta y 1 verdura, ya sean frescas o congeladas: plátano, manzana, sandía, melocotón, kiwi, piña, mango, arándanos, remolacha, zanahoria, espinacas, rúcula… Ambas deben estar cortadas en trozos. Si están congeladas, evitarás añadir hielo. Es importante tomar en cuenta que no todos los alimentos se pueden combinar con éxito, por ejemplo, los cítricos pueden hacer que la leche de soya cuaje.
Escoge una base: La base define el espesor del smoothie. Añade 1 o 2 tazas de líquido. Cuanto más zumo contenga la fruta añadida anteriormente, menos líquido debes agregar.
Si quieres que sea bajo en calorías, utiliza agua en lugar de leche, aunque también puedes añadir agua de coco o té verde. Si buscas que quede cremoso puedes agregar leche, tanto de vaca, como de soja o almendras.
También puedes utilizar zumo o café.
Es preferible que agregues poca cantidad de líquido al principio y luego si lo deseas menos espeso, añadir un poco más.
Espesa tu smoothie: Para lograr la textura adecuada, puedes añadir más ingredientes. Puedes agregar aquellos que aporten nutrientes como: yogur, avena, aguacate, mantequilla de cacahuete, coco o semillas de Chia.
Endúlzalo y/o aromatízalo: Dependiendo de los ingredientes que hayas utilizado, el dulce que utilices puede aportar más o menos calorías. Puedes endulzarlo con stevia, edulcorantes, miel o sirope de ágave. También puedes optar por aromatizarlo con vainilla, hojas de menta picadas, dátiles o canela (ésta última no tiene calorías).
Añádele propiedades nutritivas: Para terminar puedes añadir algún “superalimento” con grandes propiedades nutritivas como germen de trigo, semillas de lino, bayas de Goji o cacao puro en polvo.
No olvides!
Es importante tener una buena licuadora/batidora para que quede suave y no se noten grumos.
Utiliza siempre ingredientes frescos y evita que pierdan sus nutrientes.
Para que puedas sustituir una comida debe contener ácidos grasos esenciales, frutas y verduras, proteína y fibra.