Sabemos de sobra que una sonrisa sincera es el mejor complemento que podemos lucir y el mejor de los maquillajes, y no es la primera vez que en el blog hablo sobre la importancia de mantener unos buenos hábitos para cuidar nuestra salud bucodental, nuestros dientes y poder ofrecer al mundo nuestra mejor sonrisa, pero no siempre está en nuestra mano y debemos acudir a un especialista para conseguir un resultado óptimo y ante todo, saludable.
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Existen muchísimos tratamientos y soluciones a todos los problemas, desde blanqueamientos, implantes, ortodoncias... un tema que puede frenar a mucha gente, sobre todo a la hora de ponerse una ortodoncia, es el tener que llevar la boca llena de hierros durante un plazo que se puede hacer más largo de lo deseado, y esto lo digo desde la experiencia de alguien a quien le pusieron "aparato" con 12 o 13 años ¡en plena adolescencia! encima como el que me pusieron fue el de quita y pon, la verdad es que lo llevé menos de lo que debía, por lo que los resultados tampoco fueron los deseados y aunque el trauma ya ha quedado más que superado, es algo que seguro haría que me pensara dos veces el arreglarme definitivamente la boca.
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Afortunadamente, los tiempos cambian y la ciencia avanza, ahora contamos con ortodoncias como Invisalign, que a parte de la ventaja de que sea invisible para que nadie note que llevas aparato, es más cómoda y el tratamiento es mucho más rápido, o la ortodoncia Lingual indicada para los casos más complejos. Como los brackets se ponen por detrás de los dientes ni se ve, ni mancha el esmalte. Estas dos opciones, pueden sernos de gran ayuda a la hora de decidirnos a dar el paso y conseguir una sonrisa de cine. También podemos encontrar la ortodoncia Damon System, que no solo mejora el aspecto de nuestra boca, también corrige los huesos de la cara llegando a retrasar el envejecimiento del óvalo facial.
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Algo que también dice mucho de nuestra sonrisa, es el color de los dientes. Cuando pensamos en una sonrisa bonita, es inevitable imaginarnos una dentadura blanca y reluciente. El café o el té, el alcohol, el tabaco o simplemente el paso del tiempo, van dañando y amarilleando nuestro esmalte. Utilizar un buen dentífrico es importante pero no suficiente. Los tratamientos blanqueadores son indoloros y aclaran el diente sin necesidad de alterar su estructura, por lo que el esmalte se mantiene íntegro.
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En caso de tener algún diente roto, también encontramos varias soluciones, como los implantes, las carillas de porcelana o los composite aunque aviso que, en este mundo de locos, puede que de pronto se ponga de moda, como ya pasó con las palas separadas a lo Kate Moss o con las dentaduras Girllz que han lucido famosas como la mismísima Madonna, aunque a mí, llamadme clásica, me sigue gustando más que nada, unos dientes alineados, lisos y lo más blancos posibles ¿o no?
Y vosotras ¿qué arreglo os harías en la boca? ¿qué es lo que más os llama la atención de una sonrisa?
¡¡¡Un besazo y feliz martes!!!
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