Esta terapia milenaria es capaz de curar enfermedades físicas y sanar emociones utilizando sólo las manos. El Reiki parte de la tesis de que somos todo energía. A veces esta energía se bloquea y surge el problema. La solución es restablecer su flujo.
El Reiki tiene más de 3.000 años de antigüedad, pero estuvo en el olvido durante siglos y hasta 1920 no se rescató de nuevo. Fue el Dr. Usui, un monje y catedrático japonés quien la redescubrió, de ahí que se le reconozca como el primer maestro moderno de reiki.
Hoy las personas que lo practican aseguran que sus efectos son sorprendentes, afirmando que ha cambiado su vida. Incluso médicos tradicionales animan a sus pacientes (muchos incluso con enfermedad de cáncer) a que empleen este método, especialmente para sobrellevar mejor los síntomas derivados de la quimioterapia. Hay que tener en cuenta que es un tratamiento complementario con cualquier otro.
En ocasiones, por múltiples motivos, nuestra energía se bloquea, interrumpiendo el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. La imposición de las manos disuelve los ‘nudos’ que impiden que la energía fluya con normalidad devolviendo el equilibrio al organismo. Favorece la capacidad de sanarse a sí mismo, armonizando tanto el cuerpo como la mente. No sólo alivia el estado emocional causado por el estrés, sino también las manifestaciones físicas de éste, como la tensión muscular y ciertos dolores.
EL REIKI SE PUEDE APRENDER
Basta un fin de semana para una primera toma de contacto con el reiki. Mediante un rito de iniciación se abre el canal y la persona se convierte en transmisora de energía. En este primer nivel se imparten nociones básicas sobre la técnica de imposición de manos y ya podemos hacer reiki.
En el segundo nivel se potencia aun más la energía y se enseña la sanación a distancia. Y en el tercer nivel se aprende a enviar reiki a un ser o situación durante 24 horas seguidas. Pero hasta que no alcanzamos el nivel de Maestro, no se puede impartir clases e iniciar a otros.
TERAPIA ALTERNATIVA RECONOCIDA
El reiki está reconocido como terapia alternativa por la OMS, y en Reino Unido y en EE.UU. se utiliza en más de 1.000 centros hospitalarios. En España se utiliza para muchas afecciones con éxito, siempre en combinación con otros tratamientos.
Según sus seguidores, mejora dolores crónicos como artritis, reúma o migrañas; cura infecciones, alivia el estrés y la ansiedad, etc. Una sesión, de 45 min es suficiente para notar sus efectos. El maestro recorrerá el cuerpo de la cabeza a los pies posando sus manos en distintas zonas del cuerpo reequilibrando los centros de energía o chacras.
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