Antes que nada, queremos darte algunas claves para elegir el armario ideal en el dormitorio. Esta es una cuestión mucho más importante de lo que puedas imaginar, así que lee la información con detenimiento y no tomes una decisión a la ligera. Sopesa los pros y contras y realiza la compra más inteligente.
11 trucos y consejos para que el cambio de armario no te dé pereza
1. En primer lugar, abre tu armario y revisa qué prendas de la temporada pasada necesitan lavarse antes de ser guardadas hasta el siguiente año. Te recomendamos que toda la ropa esté perfectamente limpia y te asegures de que no tenga ninguna mancha, pues cuanto más esperes a quitarlas, más te costará hacerlo.2. Puedes aprovechar este primer paso para organizar la ropa en 3 montones: la ropa que te has puesto, la que te has puesto poco o muy poco y la ropa que ni tan siquiera has pensado en ponerte en los últimos meses. Después, aparta los dos últimos grupos, piensa y analiza si realmente merece la pena acumular esa ropa o si puedes regalarla, donarla o, solo si está en mal estado, tirarla.
3. Mientras lavas la ropa y llevas a la tintorería las prendas más delicadas, asegúrate de contar con los accesorios necesarios para almacenarla: cajas, maletas u organizadores herméticos que no permitan que el polvo, la suciedad ni los insectos accedan a ella. Si los tienes y no te hace falta renovarlos, límpialos perfectamente.
4. Una vez la ropa esté limpia y planchada, vacía el armario por completo y límpialo en profundidad (por dentro, por fuera y con especial atención a los recovecos y zonas de difícil acceso).
5. Saca la ropa de esta temporada y vuelve a revisar que esté en buen estado, no huela mal ni esté excesivamente arrugada. Si no es así, pon remedio y, además, limpia los accesorios en los que estaba almacenada. Una vez te asegures de que está limpia y planchada, ve guardándola en el armario. Existen diferentes técnicas que te pueden ayudar a mantener el orden más fácilmente, por ejemplo, agrupar la ropa por tipo de prenda y colores.
6. Si el espacio para colgar es pequeño con respecto a la cantidad de ropa que tienes, recuerda sopesar si realmente necesitas todo y, si es así, apunta este truco: coge la anilla de una lata, introdúcela por el gancho de una percha y, el de otra, por el extremo contrario de la anilla. De esta forma multiplicarás la capacidad de almacenaje de tu armario de una forma económica y sencilla. Otra opción sería adquirir perchas especialmente estrechas y livianas del estilo de las que utilizan en las lavanderías.
7. También puedes introducir pequeñas cajas en las cajoneras para que los cinturones, la ropa interior y otros accesorios permanezcan siempre ordenados y a la vista.
8. Además, te recomendamos doblar la ropa en rollitos en lugar de la manera tradicional. Aunque a priori parezca lo contrario, de esta manera se arrugará menos y te resultará más fácil acceder a ella. Si prefieres el método de toda la vida, evita el 'efecto montaña' y no apiles demasiadas camisetas o jerseys, por ejemplo, unos encima de otros.
9. Utiliza la misma 'técnica de los rollitos' para la ropa que almacenarás de cara a temporadas siguientes o, en todo caso, guárdala bien doblada y distribuida por tipología: en una caja las prendas deportivas, en otra las de baño... Así la tendrás perfectamente localizada en caso de necesitarla para una urgencia puntual.
10. Introduce bolsitas de tela con lavanda en las cajas y el armario para que la ropa huela siempre bien.
11. En cuanto a los zapatos, tampoco debes guardarlos si no están casi tan limpios como el día en que los estrenaste. Te recomendamos aplicar una capa de crema hidratante a los pares de piel para que recuperen su brillo original. Después, guárdalos en cajas individuales (por par) o protegidos por bolsas de tela.
Ahora sí, ¡estás preparad@ para el cambio de armario!
¡Nos vemos en el próximo post de Vivienda Saludable!