No hace falta que te diga que un tercio de esa ropa se quedaba en el armario durante la temporada correspondiente, con la única función de ocupar espacio, y el otro tercio ni siquiera lo sacaba con el cambio de temporada. ¡No podía ni pensar en comprar nada nuevo! Cuando veía algo que me gustaba, automáticamente pensaba "¿y dónde lo voy a meter? Llegó un momento en el que la sola idea de abrir el armario me hacía soltar un "pufff" y los cambios de estación eran más bien un "argggg".
Así que un día me lié la manta a la cabeza y puse en marcha una serie de acciones que me han permitido simplificar mi armario de forma radical y poner orden de una vez por todas.
1. Antes de comprar, espera: Está comprobado, si dejas pasar 24 horas desde que ves algo que te gusta hasta que decides comprarlo, en el 90% de las ocasiones no comprarás. Al dejar pasar un tiempo prudencial, no solo evitamos la compra compulsiva, sino que es muy probable que recuperes algunas prendas similares olvidadas en tu armario. "¡Anda! Si creo que tengo una camisa parecida!".
2. Apuesta por los básicos: Cuando no tienes claro tu estilo, te cuesta decidir qué ponerte y cómo combinarlo, opta por prendas básicas. Huye de los estampados y las modas pasajeras y quédate con lisos, colores neutros y prendas de corte clásico. Ya adornarás tus looks con los complementos, de los que te hablo en el siguiente tip.
3. Hazte fan de los complementos: Seguro que más de una vez has pensado "si yo tengo la misma camiseta blanca básica que esta famosa, ¿por qué no me luce igual?". Ya te lo digo yo, por los complementos. No solo ocupan menos espacio en tu armario, sino que ofrecen mil posibilidades a un mismo look. Zapatos, bolsos, collares, pulseras, pendientes y anillos. El cambio es brutal.
4. Solo prendas perfectas: Hay prendas que podrías usar a diario, porque te sientan bien, te hacen sentir cómoda y siempre te ves guapa. Son ese tipo de prendas que se convierten en una apuesta segura cuando tienes un evento con gente poco conocida y quieres sentirte a gusto. El resto deben ir fuera. Da igual que sean nuevas, bonitas o un recuerdo de adolescencia, si no te quedan bien, no tienen cabida en tu armario.
5. Misma gama de color: Elige tu gama de color favorita para vestir y apuesta por ella. Adoro los paisajes verdes, pero en mi armario no encontrarás nada de ese color. Elige colores que combinen entre sí, como por ejemplo, blanco-negro-beige, marrón oscuro-teja-blanco... Y procura no salirte de ahí. Te resultará infinitamente más fácil vestirte cada mañana. ¿Quieres meter un azul turquesa? Pues busca un collar o unas pulseras, punto ;)
6. Libérate con Marie Kondo: a veces no es fácil hacer una limpia en profundidad y puedes necesitar algo de apoyo moral y una buena motivación. Encuéntrala en el libro de Marie Kondo, La Magia del Orden. No solo te enseña a desprenderte de un montón de cosas, sino que además te da un montón de buenas razones para hacerlo. A mí me convenció meses después de hacer mi limpieza, y vacié aún más mis armarios ;)
7. Prepara tus looks: Una buena forma de saber qué ropa se queda y cuál se va, es preparar posibles looks. Descubrirás que tienes prendas imposibles que deben salir de tu armario. Puedes hacerlo poniéndote las prendas y haciéndote fotos de los looks o utilizando una app. Stylebook es una aplicación que te permite hacer fotos de cada prenda y guardar looks con las combinaciones que quieras.
¿Te han resultado útiles estos tips? ¿Cuáles añadirías a la lista?
¡¡Un abrazo!!