Es un tratamiento mínimamente invasivo que ha existido y evolucionado por más de 50 años.Y ya sea realizado en el consultorio por un esteticista, dermatólogo o cirujano plástico entrenado, o en casa con un dermaroller (un pequeño rodillo de mano recubierto con diminutas agujas), es prácticamente indoloro y efectivo.
"Las micro lesiones que se crean estimulan los procesos naturales de cicatrización del cuerpo, lo que resulta en renovación celular y aumento de la producción de colágeno y elastina, previniendo signos de envejecimiento", dice Sejal Shah, dermatólogo certificada y colaborador de RealSelf.
Los fanáticos del microneedling afirman que trata desde arrugas, hiperpigmentación y piel opaca hasta problemas como cicatrices, estrías y celulitis, aunque los resultados aún son dudosos en esta última, así que no te hagas ilusiones.
En un estudio de 2009, 37 pacientes se sometieron a procedimientos de microagujas para tratar cicatrices faciales atróficas (aquellas cicatrices hundidas que resultan de acné, varicela, etc.).
Después de varios tratamientos profesionales, más del 80% de los pacientes vieron una reducción en la cicatrización y calificaron su tratamiento como "excelente".
El microneedling crea pinchazos microscópicos en la piel
En pocas palabras, el microneedling es la inserción de agujas cortas muy finas en la piel con fines de rejuvenecimiento. El dispositivo de microagujas más popular (y rentable), conocido como dermaroller, está compuesto por agujas micro-finas que tienen un diámetro de 0.5 y 2.5 milímetros.
Ofrece resultados bastante inmediatos
Si te sometes al procedimiento, lucirás regordeta, rosada y luminosa durante un par de semanas. A corto plazo, rellenará la piel y la hará lucir más radiante.
Según un estudio de 2008, la piel tratada con cuatro sesiones de microagujas espaciadas durante un mes produjo un aumento de hasta 400% en colágeno y elastina seis meses después de completar el tratamiento.
¿Te animas a probarlo?