Ante todo, es vital resaltar que una dieta equilibrada y sana es aquella que se compone de distintos alimentos, donde los pescados pueden ser mayoritarios, mezclados siempre con verduras, frutas y cereales. En posts anteriores ya hemos hablado del pescado como protagonista en la dieta mediterránea.
En la gran parte de las dietas que se especifican para adelgazar el pescado está siempre presente, porque contiene las vitaminas y los minerales necesarios para funcionar correctamente. Además, los pescados de mar ofrecen más propiedades proteínicas que los de agua dulce.
Dos o más piezas a la semana
Es aconsejable tomar dos piezas o más a la semana, especialmente de pescado azul, que contiene grasas no saturadas y presenta mayores nutrientes que el blanco. Podemos sustituir fácilmente otros alimentos por pescado, ya que, por ejemplo, 100 gramos de arenques tienen el mismo valor nutricional que el cordero, presentando la tercera parte de calorías que éste. Entonces, es fácil adelgazar tomando pescado, pues lo podemos combinar con distintos alimentos: una ensalada con caballa, fundamental dentro de los pescados azules; como plato único, a base de trucha junto a unas judías o patatas al vapor; o bien en un arroz con trozos de pescado.
Conservas y otros
Prácticamente todo el pescado es favorable, pero si estás haciendo dieta es mejor no abusar de las conservas y de los ahumados, al presentar una mayor cantidad de grasas y sal. Es el caso de las latas, como el atún, o del bacalao, que aunque muy rico, sí tiene más grasa saturada. Tampoco se recomienda hacer pescado empanado. Y para adelgazar es mucho mejor que cocinemos el pescado a la plancha solo con una pizca de aceite.