De buenas a primeras podemos pensar que con la cantidad de vídeos y tutoriales online que tenemos a nuestro alcance pagar por un curso de maquillaje es innecesario. En mi caso, llevo años consumiendo vídeos de Youtube, tanto de maquillaje como de otros ámbitos (papelería y unboxings en general son una perdición para mí). Os puedo asegurar que en tres horas de curso he aprendido muchísimo, y muchas de esas cosas no son perceptibles a través de una pantalla.
Yo iba convencida de que ya iba con una buena base de conocimientos de maquillaje, pero no nos dejemos engañar. Mediante un ordenador o tablet no vamos a tener la misma percepción de cómo maquillarnos.
Conocer nuevos productos
Aunque hay muy buen contenido en internet, como ya he comentado anteriormente hay muchas cosas qué no son perceptibles. Las texturas y acabados cambian mucho al verlas aplicadas en persona. Y ya cuando lo pruebas por ti mismo ni os cuento. Me pasó con cierta prebase que usamos en el curso. Había leído sobre ella, visto resultados en Youtube, posts de posibles clones. Pero nunca me había planteado comprarla. Fue conocerla en el curso y que me entraran ansias por ella. Y ya la he comprado
Además es una muy buena oportunidad para probar productos que no hemos usado hasta ahora. O quizás darles un mejor uso.
Algo que me encantó fue que no es necesario comprar productos de alta gama. Es verdad que hay que son irreemplazables, pero con una buena técnica podemos conseguirlo con productos más accesibles.
Aprender una buena técnica
Tengo que confesar que yo estaba como una niña con zapatos nuevos rodeada de tanto maquillaje y productos con tanto renombre. Pero si no aprendemos cómo usarlos no le vamos a sacar todo el provecho que deberíamos. Y esto es lo que aprendimos, cómo aplicar los productos. Cómo coger las brochas, cómo coger producto, cómo repartirlo por toda la brocha o pincel, los movimientos que debemos hacer para aplicarlos, la presión que hacer en distintos puntos del rostro, lo que NO debemos hacer para evitar que el maquillaje nos dure poco… Un sinfín de consejos impartidos por una profesional adaptados a cada tipo de rostro y piel.
Y eso no lo conseguimos a través de una pantalla.
Momento fan
A parte de estos dos motivos, que levante la mano quién no estaría encantado de poder conocer en persona a alguien que lleva mucho tiempo siguiendo por las redes. Poder preguntarle dudas, pedirle consejo o simplemente poder charlar mientras hacéis el curso (no os paséis que venimos a aprender). Además pensad que tenéis a un profesional delante que os ve y os puede aconsejar directamente, está viendo el tono y demás características de nuestra piel que a través de un comentario o un email no puede ver.
Ya habéis visto que os aconsejo enormemente que si Sarai visita vuestra ciudad y podéis asistir, ni os lo penséis. Yo tenía el dinerito guardado en un sobre porque la última vez no pude ir. Era un sobre sagrado e intocable a no ser que fuera para el curso. Además, no solo imparte el curso de automaquillaje, hay otros de maquillaje de ojos y maquillaje de rostro, a los que sin duda me encantaría poder asistir una próxima vez.
Nos leemos pronto
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