Un buen maquillaje no es tan bueno sin un colorete, cuando nos saltamos este paso nuestro rostro esta, como sin vida, apagado, parece que nos falta algo y es que … Nos falta.
El colorete, rubor, o blushs, podéis llamarlo como queráis, pero lo cierto es que es un producto imprescindible para mostrar un look perfecto.
El colorete aparte de dar vida a nuestro rostro se utiliza para resaltar esculpir nuestra cara. A la hora de escoger el colorete, este debe adaptarse a la forma y textura y color de nuestra piel.
El colorete puede presentarse de varias formas y texturas:
En crema su textura es parecida a las barras de labios tiene mucho en común con las barras de labios. Para aquellas que tengáis una piel seca va fenomenal, también va perfectamente para maquillajes muy suaves y translucidos.
Se aplica con la yema de los dedos y dura muchísimo.
El colorete en barra Es el más fácil de usar y tiene una composición parecido a la crema pero es mucho más compacto, solo se necesita un ligero toque desde la barra se difumina perfectamente y se funde totalmente con la piel. Aquellas que tengáis la piel grasa no es recomendado, pues con el exceso de grasa de vuestra piel no os duraría apenas nada.
Llegamos al colorete en polvo, es el más utilizado, va genial para las pieles mixtas, y grasas, con esta textura de
colorete si necesitamos una brocha adecuada para poder aplicarlo, si se aplica bien deja un aspecto muy natural.
En cuanto a los tonos del colorete, como que no hay normas muy específicas. Sí que hay que procurar que vaya acorde con el tono de nuestra piel, veamos las normas más básicas:
Empezaremos por la más difícil, un rostro con pecas.
Utilizar los tonos cálidos que harán que tus pecas se difuminen, al tiempo que van acordes con vuestro cabello pelirrojo, como el marrón, beige o naranja.
Piel cetrina -la mía-: los tonos beige, caramelo y melocotón, los tonos rosas nos van genial.
Piel rosada: para estas pieles sin duda los tonos que más las más favorecedores son el rojo oscuro, el burdeos, ciruela…
Piel clara: sin dudarlo apostar por los tonos rosados, el color melocotón, y toda la gama de los coral
Si tenemos la piel bronceada utilizaremos los tonos más parecidos a nuestro color de piel, la gama tierra y los dorados son perfectos.
Si tenéis la piel de un tono neutro enhorabuena, podéis moveros libremente por todos los colores del arco iris.
Ahora solo nos queda aplicarlos de forma correcta según nuestro tipo de rostro, redondo, alargado etc.
Os dejo un gráfico para que os sirva de guía:
Recordar que el colorete ideal es el que se esculpe y adapta perfectamente al color y a la textura de nuestra piel
Desde el principio de los tiempos un buen color en las mejillas es sinónimo de salud. Por eso es muy importante acertar con el color de nuestro colorete.
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Un saludo
Mari Carmen
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