El colorete puede ser la clave a la hora de maquillarnos, pero no muchas saben cómo aplicarlo.
Su función es iluminar y dar forma al rostro. Gracias a la variedad de tonos podemos conseguir un efecto buena cara al instante e incluso puede ser un gran complemento a la hora de elegir atuendo para cualquier ocasión.
Nuestro rostro tiende a perder volúmenes y parecer más delgado con la edad, y el colorete es tu aliado para rellenarlo
¿Historia del Colorete?
El Barroco además de ser uno de los periodos de oro de la literatura, también supuso un gran cambio para la cosmética. No solo usaban cantidades industriales de perfume para evitar el mal olor; sino que la obsesión de la clase noble y burguesía por el maquillaje cambio la sencillez de la misma, se convirtió en algo complejo y elaborado.
El siglo XVII pasará a los anales de la Historia de la Moda por la desmesura y por la utilización de falsos lunares y colorete.
Las mujeres pertenecientes a las clases más elevadas, se embadurnaban con solimán (cosmético hecho a base de preparados de mercurio) o harina, de esta forma su tez quedaba pálida y blanquecina. Realizaban este acto para así denotar alto nivel social, una mujer con la piel blanca significaba que no había trabajado bajo el sol y por lo cual tenía suficiente dinero y poder económico para no necesitar ensuciarse las manos.
Lunares falsos:
Estos se consideraban estéticos, por lo que se repartían a lo largo de la cara y espalda en lugares muy estudiados previamente. A veces se los pintaban y, en otras ocasiones, los hacían de terciopelo y pegaban estudiadamente. Podían tener formas variadas, como de luna, estrella o cometa.
Los lunares se convirtieron en un código social con un amplio significado utilizado por la corte. Así pues, si se hallaba el lunar cerca del ojo, indicaba cierta maldad; si se colocaba en el hoyuelo de la sonrisa, significaba alegría; cuando el lunar se situaba en la nariz, revelaba desvergüenza; discreción.
Colorete:
Por otro lado, por la influencia de las mujeres parisinas, todas las europeas de clase alta de siglo XVI pasaron por lo que se llamó “fiebre del colorete”, sobre todo desde 1673, por influencia directa de la Marquesa de Montespan.
Este rubor sobre las mejillas contrastaba exageradamente con las caras pintadas de un blanco absoluto y teatral logrado a base de gruesísimas capas de polvos o harina.
Pero el colorete, al igual que los lunares falsos, se convirtió también en un lenguaje social para sus usuarias: éste se utilizaba en cantidades desmesuradas cuando se quería llamar la atención y parecer adrede descarada, pero desaparecía completamente después de un fracaso amoroso.
Que Herramientas elegir:
Por mucho arte que tenga una persona, sin utensilios y productos de calidad no puede trabajar. Sin los elementos adecuados ni siquiera un genio como Miguel Ángel habría sido capaz de pintar la Capilla Sixtina – Kevyn Aucoin
Como ya sabréis el resultado va a depender de muchas cosas pero un factor clave es la herramienta que utilizas. Por ello os dejo este post que escribí acerca de las mejores brochas para aplicar el colorete:
Las Mejores Brochas para Aplicar el Colorete Tipos de Piel:
Para piel seca, prueba con un colorete en crema. Son como una crema de color, se mezcla con más facilidad que otras fórmulas y en general dan un aspecto muy natural si sabes como aplicarlo. Normalmente no secan porque son bastante más hidratantes que las fórmulas en polvo.
Para pielnormal a grasa, mejor optar por una fórmula en polvo. Tendrá una duración mayor que un colorete en crema, ya que si tu piel es grasa puede diluirse y se desvanecen más fácilmente integrándose mejor con la piel.
Desde mi punto de vista, el colorete en polvo tiene mayor utilidad, ya que puedes jugar con él combinando tonos y efectos, es más fácil de difuminar y la variedad de tonalidades es mayor. A su vez, el acabado posee mayor naturalidad y gana
profesionalidad, pero esto dependerá de tu tipo de piel y tus gustos.
¿Qué color elegir?:
Nuestro tono de piel, el color de nuestros ojos y pelo, los tonos de ropa de nuestro armario y multitud de factores afectan a nuestra elección de colorete.
Cada vez que entramos en una tienda nos encontramos frente a miles de tonos de los cuales solo podemos decantarnos por uno.
Si tu piel es clarita o eres rubia debes elegir entre los tonos más rosados, ya que son estos los que te aportarán delicadeza, luminosidad y color.
Por el contrario si posees una piel oscura en verano y clarita en invierno o color de piel dorado y también eres castaña, los colores terracota, arena y melocotón serán los idóneos para tu rostro (igual que para pieles bronceadas); aportando así una naturalidad y frescura únicas sin necesidad de preocuparte por el cambio de color sobre tu piel.
A su vez, si eres de dermis oscura o de pelo moreno opta por los colores rojizos, burdeos y vino ya que serán aquellos que resalten sobre tu tono de tez y le darán vida a tu rostro.
Para tonos de piel canela. Para resaltar los pómulos utiliza tonos rosas ‘cherry’. No elijas los tonos rosas claros, sino más bien busca un rosa más cálido e intenso como la fresa. En el verano utiliza un tono satinado para resaltar tu bronceado y un tono coral también te favorecerá.
No obstante, es cierto que las tonalidades rosadas aniñan el rostro y aportan juventud y romanticismo, mientras que los colores vino resultan más sensuales y aquellos colores arena y amelocotonados son famosos por su naturalidad y neutralidad.
Por lo cual, el tono a su vez dependerá de la ocasión, cualquier gama es válida mientras no te excedas con él, lo cual es un error muy común que afea el rostro de una manera muy notoria siendo un error muy común.
Debido a esto, nunca hay que elegir tonos muy pigmentados si no sabemos difuminarlos a la perfección y crear una armonía entre el colorete y nuestra piel.
Se dice que el mejor tono para tu rostro es aquel que aparece en tus mejillas justo después de hacer deporte.
Trucos:
Agitar la brocha al coger el colorete para así eliminar el exceso de pigmento o sopla.
Siempre hacer movimientos limpios sin cortes (de una pasada) para así evitar que se note dónde empieza y donde termina el colorete.
Si el colorete es muy pigmentado como los de MAC y NARS solo pasar una vez la brocha sobre el producto.
Utiliza una buena base de maquillaje o un producto previo para fijar el colorete.
Al acabar, utiliza polvos traslúcidos para fijar, también te ayudarán a suavizar el efecto y corregir el exceso de colorete si se te ha ido un poco la mano.
El colorete es el último producto en aplicarse, para así percibir la intensidad que debes darle a las mejillas.
Barbilla, frente y punta de la nariz, como remate final, puedes dar un toque muy sutil y ligero en el centro de la barbilla, y de la frente y la punta de la nariz para aportar luz al rostro.
El colorete también sirve como sombra de ojos. Cuando finalices con el colorete en las mejillas, con la cantidad sobrante dale un toque de elegancia a tu mirada aplicándolo debajo de las cejas en el parpado superior.
Sonreír para ver donde se encuentran las mejillas.
Jugar con los colores y utilizar varios para resaltar el rostro, ganar luminosidad y efecto buena cara.
Jugar con el difuminado.
Los movimientos circulares pueden ayudar mucho a aplicarlo sobretodo si eres principiante.
¿Cómo Aplicar el Colorete?
Colorete en rostros ovalados:
Se dice que el rostro ovalado es el más perfecto que existe y el más deseado un patrón clásico de belleza. Por ello, el colorete se debe aplicar desde el centro del rostro en una línea diagonal la cual vaya difuminándose hacia los contornos.
Al poseer un rostro simétrico por naturaleza, los colores que más favorecerán son aquellas tonalidades amelocotonadas y frutales que aportan salud al mismo.
Cara Cuadrada:
Se caracteriza por unos pómulos prominentes y una mandíbula intensa y marcada que puede endurecer el rostro. Debido a esto, con el colorete tenemos que tratar de endulzar las facciones y aportar delicadeza al rostro. Aplícalo en la parte alta exterior del pómulo con movimientos circulares para conseguir un aire joven y romántico.
Las tonalidades suaves y femeninas como los tonos rosados, pueden ayudar a enfatizar el efecto al que logramos llegar endulzando el rostro.
Rostro Alargado:
Los pómulos son muy marcados seguidos de una gran distancia entre los ojos y la barbilla. El colorete debe aplicarse en horizontal desde las aletas de la nariz hacia las orejas. De esta forma logramos producir una simetría y armonía en el rostro haciéndolo más cortó ópticamente.
Los colores vivos favorecerán a esta forma de cara, logrando enfocar la atención hacia el colorete que estiliza el rostro.
Si tu Cara es Redonda:
Son rostros con pómulos muy prominentes donde se marcan con facilidad los huesos y contornos. Tienes que evitar aplicar colores desde la mejilla ya que lograrán un efecto opuesto al deseado. En vez de eso hazlo por debajo del hueso del pómulo, creando una línea imaginaria de mitad de la mejilla hacia las sienes de modo ascendente.
Los tonos melocotón y tostados ayudarán a afinar el rostro. Evitar los colores rojizos, intensos o muy llamativos ya que enfocarán la atención en la redondez de la cara. Los colores rosados dependerán de la tonalidad que elijas pero estos no deben ser muy intensos.
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