No hay mejor elección que elegir aquel tono que se asemeje al colorete natural de la piel ¿cómo sabemos esto? Tan solo es necesario pellizcarse un poco los pómulos y comprobar el tono que queda, ese será el tono de colorete aproximado que deberemos utilizar.
Si eres de las que tienen la piel muy clarita, el color adecuado será uno próximo a tonos beige, rosados claros o melocotón. La idea es que no resalte demasiado para no provocar un efecto que resulte demasiado artificial.
Las pieles más morenas, por el contrario estarán mucho más favorecidas si apuestan por colores más oscuros como el marrón, e incluso el dorado. El efecto de ambos colores en pieles tostadas resulta espectacular y realza aún más la belleza de la piel, por lo que resulta una elección infalible.
Finalmente las pieles más rosadas acertarán con colores como el marrón claro o los tonos anaranjados. En cualquier caso la elección del colorete también irá en consonancia con el tipo de evento o el color de los complementos o el traje, por lo que atendiendo a cada uno de estos factores seguro que encontrarás la combinación adecuada para realzar tu belleza y convertirte en el centro de todas las miradas.
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