Would you believe me if I told you that a very little modification in my skin cleaning routine has meant a big impact in my beauty routine? Read on to know what and why!
¿Me creeríais si os digo que un pequeño cambio en mi rutina de limpieza facial ha supuesto un antes y un después en mi vida? Bueno, quizá no es algo tan exagerado, pero sí que ha supuesto una gran diferencia. Os cuento:
No sé si recordáis, por un lado, que mi rutina de limpieza facial cuando me maquillo consta de tres pasos: aceite de coco primero, limpiador al agua después y agua micelar para terminar, y, por otro lado, que desde que uso Photoderm Nude Touch de Bioderma estoy encantadísima con ella pero me cuesta mucho desmaquillarla. Bueno, me cuesta no, me costaba. Y eso se debe al cambio que he adoptado en la rutina de limpieza.
Cuando empecé a usar este protector solar con color, como es tan resistente al agua, si directamente me limpiaba con el limpiador al agua me tocaba darme dos y hasta tres enjabonadas para eliminarlo del todo, y aún así siempre quedaban restos que luego tenía que eliminar con el agua micelar. Entonces decidí empezar a hacer el paso previo del aceite de coco, que al ser graso elimina muy bien los maquillajes y cremas como esta, al tiempo que cuida la piel. El problema era que, precisamente por ser una grasa, eliminar luego el aceite con el limpiador al agua también era un suplicio y me tocaba dar también dos o tres enjabonadas. Con el gasto de producto y de agua que eso supone. Nada ecológico y un coñazo, la verdad.
Bueno, pues el propio equipo de Bioderma me dio la solución: usar el agua micelar en primer lugar para eliminar toda la crema y maquillaje, y luego si lo necesito pasar al limpiador al agua. Lo probé la primera vez y no me podía creer que con sólo dos pasadas del algodón con el agua micelar mi piel ya estuviese limpita, y que al darme con el limpiador al agua después ya quedara inmaculada. Ni rastro de crema, de maquillaje ni de grasa. Una piel impoluta. Aleluya!!!
¡Sólo un cambio en el orden de los productos, y me ahorro agua, producto y tiempo cada vez que me desmaquillo! Es genial. De hecho, este cambio lo aplico no sólo cuando llevo Photoderm Nude Touch, sino cada vez que me maquillo, porque el efecto es igual de bueno.
No sé si podéis apreciar en las fotos de este post que llevo la mitad de la cara maquillada y la otra no; seguro que sí... Son las fotos que me hice después de grabar el vídeo del maquillaje de ojos ahumados en tonos rojizos que os enseñé en el post del viernes pasado, y me había desmaquillado con el agua micelar.
La que yo uso, por cierto, es la de Bioderma Sébium H2O especial para pieles grasas, que deja una sensación de limpieza total, regula la grasa y no reseca. Todo un descubrimiento de producto también.
¿Cuál es vuestro truco para limpiar la piel perfectamente y dejarla divina? ¡Contadme!