Entonces, mi madre me ha dado una idea fenomenal que no gastamos nada, sino que reciclamos y no tiene nada que envidiarle a muchos productos. Se trata de hacer un exfoliante/hidratante natural a base del café que queda dentro de las cápsulas.
Para ello, hemos cogido un mini envase con tapa para poder guardarlo, ya que no es necesario gastar todo el producto que fabriquemos del tirón, sino que podemos conservarlo.
Añadimos el café que tenemos y vamos añadiendo poco a poco aceite corporal. En casa, la primera vez que lo hicimos, añadimos el de aloe vera de la marca Babaria, que es muy hidratante y no tiene mucho olor, para no mezclarlo con el del café.
Aunque esta última vez lo hemos hecho con el aceite de almendras de la marca Ánfora, que a mi me huele como a mantecados jejeje y queda muy dulce en la mezcla con el café.
Debe quedar más o menos una textura como en la foto de abajo, en plan pastoso pero no “encharcado” de aceite:
Como veis en mi mano, queda todo muy compacto. Cogemos la cantidad como de una almendra y vamos frotando por la piel ya limpia y húmeda. Cada vez que nos quedemos sin producto en la mano, vamos añadiendo. Sin miedo, que nos sale casi gratis!
Cuando acabemos, debemos enjuagar muy bien, y si queremos (aunque no es necesario) añadir algo más de hidratante al cuerpo ahora que está bien exfoliado y es más receptivo a los productos.
Y ya está, ponemos la tapa y ¡para la próxima!