Para lograr un afeitado duradero y reducir la irritación de la piel, debemos tener en cuenta algunos consejos básicos que nos ayudarán a conseguirlo. Sin embargo, no siempre los conocemos todos o nos descuidamos por las prisas. Para un resultado impecable, hemos elaborado un vídeo en el que os contamos todos los pasos.
Para empezar, es importante realizar el afeitado siempre tras la ducha, ya que con el vapor del agua caliente lograremos que los poros se abran más, consiguiendo un mayor rasurado que nos ayudará a mantenerlo por más tiempo. En segundo lugar, la capa de gel o espuma debe ser bastante gruesa para cubrir bien el vello y deberemos dejarla actuar dos minutos antes de comenzar.
También tenemos que tener en cuenta que la cuchilla esté en perfecto estado. Para saberlo, debemos fijarnos en la gomita que suele haber encima de la navaja. Si ésta ha desaparecido o está muy borrada debemos desecharla y utilizar otra.
Una vez empezamos a afeitar, es importante tersar la piel, pues así conseguiremos que la superficie sea lo más lisa posible, y seguir siempre la dirección natural del vello. Si no tenemos claro cuál es esta dirección, bastará con que pasemos la mano sobre la barba, si notamos que está más o menos suave esa será la dirección, mientras que si notamos que pincha un poco, estaremos yendo al contrario.
Cuando hayamos finalizado el rasurado, aclararemos el rostro con agua fría para que se cierren bien los poros que previamente habíamos abierto con el agua caliente. Igualmente, esto lograra que las pequeñas hemorragias que tengamos producidas por algún corte también cesen.
Tras el agua fría será el turno del after shave, que no debe contener alcohol. Si tenemos la piel muy sensible es aconsejable que tengan aloe vera, pues así ayudará a regenerar la piel, calmar las rojeces e hidratar la zona en profundidad.
Imágenes: Gilette
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