La Foliculitis es la inflamación de uno o más folículos pilosos. La afección se puede dar en cualquier lugar de la piel.
Causas
Uno de los principales causantes de foliculitis, así como de accesos y forúnculos, es el Staphylococcus aureus.
La foliculitis comienza cuando los folículos reciben daño por fricción con las ropas, por obstrucción por el afeitado o trenzas demasiado apretadas y próximas al cuero cabelludo (foliculitis por tracción). En muchos casos de foliculitis, los folículos dañados tienen infecciones por bacterias estafilocócicas. En ocasiones la anemia ferropénica está asociada con casos crónicos.
La sicosis es una infección de los folículos pilosos del área de la cara cubierta por barba, habitualmente el labio superior. El afeitado agrava la afección.
La Tiña de la barba es similar a la anterior, pero está provocada por el hongo Trichophyton rubrum.
La Pseudofolliculitis barbae es una alteración que se produce principalmente en varones de origen africano. Si se cortan las barbas rizadas demasiado cortas, pueden recurvarse hacia el interior de la piel y provocar inflamación.
La Foliculitis por Pseudomonas aeruginosa, también llamada "de los toboganes de agua" se da por el asiento en estas atracciones cuando previamente no han sido adecuadamente higienizados. Los síntomas aparecen alrededor de las partes del cuerpo en contacto: piernas, caderas y nalgas, así como las partes en contacto. Los síntomas normalmente son mayores en las zonas cubiertas por ropa, como bañadores.
Síntomas
Salpullido (áreas cutáneas enrojecidas)
Espinillas o pústulas localizadas en torno al folículo piloso:
Puede formar postillas alrededor
Habitualmente se dan en las axilas o en el área de las ingles.
Pueden presentarse como lesiones genitales.
prurito cutáneo.
Se extiende desde las piernas a los brazos si se efectúa un tratamiento antibiótico inadecuado.
Prevención y soluciones estéticas
Hay distintos grados de gravedad en la foliculitis. Los casos más graves y los quistes probablemente no los podemos evitar porque hay predisposición. Pero los granitos con pelos enquistados a causa de la depilación son perfectamente evitables siguiendo unas sencillas pautas que debemos recordar a nuestra clienta:
Realizando una buena exfoliación los días antes de depilarnos, ya sea con cera, arrancando el pelo o con cuchilla.
Manteniendo el área lo más limpia posible.
En zonas como las axilas, utilizando desodorantes específicos para pieles sensibles.
En las ingles, utilizando ropa interior suave y de algodón.
Después de la depilación se debe calmar y limpiar la zona adecuadamente con productos como el aloe vera, con grandes propiedades antisépticas. Así evitarás esas bacterias que infectan el folículo.
Si se padece una foliculitis crónica y verdaderamente molesta y dolorosa, se debe recomendar recurrir a otros métodos de depilación. Es decir, recurrir a la depilación definitiva, ahora que es cada vez más asequible y que te la puedes realizar incluso en tu propia casa. Al eliminar el pelo para siempre, evitarás la agresión que supone depilarlo con cualquier método y se ahorrará los problemas de inflamación e irritación.
Recordarte que no intentes reventar los granitos para explotar el pelo para evitar cicatrices y heridas innecesarias.