1. Deshidratación.
El pelo sufre y se deshidrata más en invierno, y aunque parezca raro, uno de los enemigos de esto es el agua caliente. Al deshidratar la hebra, aumenta la caída y provoca descamación del cuero cabelludo. En muchos casos esta descamación se confunde con la caspa. Para evitar esto puedes ducharte con agua caliente pero en vez de dejar el pelo mojado durante todo el baño, deja el lavado de tu cabello para el final. Protege tu pelo con un gorro de ducha de plástico para evitar que se moje antes de tiempo. Una vez hayas terminado el baño o la ducha, comienza la higiene de tu melena. No es lo mismo exponer el pelo a agua caliente durante 20 o 30 minutos que solo dejarlo durante los últimos minutos del baño.2. Exceso de grasa
Durante el invierno disminuimos la frecuencia del lavado del pelo. Al no sudar tanto como en verano es normal que nos dure limpio más tiempo. Pero esta pequeña demora puede provocar, a largo plazo, un aumento de grasa en el cuero cabelludo. La solución a esto es sencilla, no tardar tanto en lavar el pelo y cuando se haga, no utilizar el agua muy caliente.
3. Pelo quebradizo
Los procesos químicos son uno de los mayores factores de la rotura del pelo durante el invierno. El frío, además, hace que la hebra se endurezca y se quiebre con mayor facilidad. Para evitar esto, después de aplicar tinte o mechas, es importante hidratar el pelo en profundidad. No salir de casa con el pelo mojado. El agua que se queda en la hebra se solidifica, facilitando la rotura de la hebra.
4. Falta de brillo
Hay personas que solo hidratan el pelo durante el verano. Otras, dejan la mascarilla en el pelo durante 5 minutos mientras se duchan y se aclaran, un hábito extendido en España y que es impensable en países en donde el pelo se mima y se cuida como principal exponente de la imagen de una persona. El cabello está formado por varias escamas llamadas cutículas. El agua caliente, la falta de hidratación, el uso incorrecto de los tintes y mechas hacen que las escamas se abran. El pelo con una cutícula abierta rechaza la luz del día, además de perder su queratina natural. De ahí la ausencia de brillo. No dejéis para última hora los cuidados del pelo. Hidratar el cabello durante todo el año entre dos veces al mes dejando la mascarilla reposar durante 30 minutos y dándole calor para que refuerce su penetración. Reforzar estos cuidados con tratamientos capilares específicos en la peluquería.
5. Secador
Lo normal es que durante el invierno el secador se convierta en nuestro aliado. El problema llega cuando utilizamos una temperatura muy alta y dejamos el bocal del secador muy cerca del pelo por mucho tiempo. Para que el secador no dañe tu pelo, disminuye la temperatura y no lo expongas muy cerca de la hebra. Una vez hayas terminado de secar tu cabello, pasa el secador con aire frío por todo tu pelo. Esto ayudará a que las escamas abiertas por el calor se cierren con aire frío.
6. Caída del pelo
El invierno es la estación en la que más cabello perdemos. Nuestra predisposición a comer alimentos con más grasas y nuestro sistema inmunológico está expuesto al frío, son causas que incrementan la caída de la melena. Si queréis que esto no ocurra, evitar estrés, acudir al médico para que te recomiende vitaminas para el pelo y poner en práctica todos estos cuidados.
7. Complementos capilares
Gorros, sombreros y boinas contribuyen a dar un toque chic a tu look pero el uso constante y sin descanso hace que el pelo no respire, provocando una proliferación de hongos y bacterias.
¿La solución? No usar todos los días el mismo modelo, ir cambiando. Lavar estos complementos y los que no se puedan mojar, dejarlos tendidos en días de sol para que cojan aire, así se evitará la proliferación de hongos. El uso de sombreros, boinas o gorros con el pelo mojado no es recomendable.
Estos son los principales problemas y soluciones que debemos tener en cuenta en el cuidado de nuestro pelo durante este invierno. Esperamos que os haya servido este post y ya sabéis, para no perderos más de este estilo seguirnos en nuestra página de Facebook.