Todas nos hemos hecho tratamientos en el cabello, ya sea rizarlo, alisarlo, pintarlo o decolorarlo, e, incluso, más de uno al mismo tiempo. Sin embargo, debemos tomar en cuenta el daño que esto nos genera, provocando que se vuelva débil, quebradizo, crespo o reseco y encrespado. Con la tendencia de colores de fantasía seguro que sufriremos este tipo de problemas. Cuidar el cabello requiere de constancia y dedicación, desde los productos que nos aplicamos ¡Hasta la forma de secarlo!
Antes que nada, es importante considerar que todos tenemos un tipo de cabello diferente y, según el estado del tuyo, debes considerar ir con un experto o no. En este artículo te daré algunos consejos para sanar el cabello seco y sin brillo, y mantenerlo saludable.
Ahora bien, el primer consejo práctico que debo darte es: ¡aléjate por completo de los productos químicos! Aunque sean productos de hidratación, si contiene químicos puede ser contraproducente y generar más daño, teniendo que recurrir al corte.
De igual manera evita el constante uso de planchas, tenazas o secadoras.
El cabello es delicado y debemos tratarlo con cariño, no es necesario lavarlo todos los días, un día sí y otro no es un buen comienzo. También utiliza un champú que no contenga sal (te daré más adelante la receta para hacer el tuyo con aloe vera), y al momento de secarlo hazlo con cuidado, sin torcerlo o apretarlo muy fuerte, ya que lo puedes fracturar.
Finalmente, ¡las mascarillas naturales o aceites son maravillosos! Yo he utilizado el aceite de argán y me ha funcionado bastante bien. Aplica una cantidad moderada y trenza tu cabello una vez por semana antes de dormir. Al día siguiente notarás el cambio.
- Champú de Aloe Vera.
1- De una planta de aloe, toma 3 pencas y córtalas en trozos pequeños
2- Déjala reposar en agua limpia durante 24 horas, cambiando el agua aproximadamente cada 4 horas. Esto limpiará el aloe de impurezas.
3- Una vez terminado este proceso, corta la piel de las pencas por ambos lados, exponiendo así la pulpa del aloe. Esta la debemos triturar hasta generar un gel viscoso (puedes usar la licuadora).
4- Después lo pasamos por un colador para eliminar trozos grandes.
5- Para finalizar, mezclamos una tercera parte de aloe con dos terceras de litro de champú neutro (recuerda utilizar un champú que no contenga sales, ni químicos, estos los puedes encontrar en tiendas naturistas o distribuidoras de belleza).
Y ¡listo! Tienes un champú natural que te ayudará a restaurar tu cabello, dándole fuerza y brillo con el uso constante. También te ayudará a detener la caída. Complementa este producto con la mascarilla de argán, sobre todo en los primeros días, mientras tu cabello se acostumbra a este nuevo cambio.
¡Espero que mis consejos te sirvan! Nos vemos en el próximo artículo.