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El error en el que siempre incurrimos es el de creer que la vida es inmutable, y que una vez metidos en unos raíles hemos de recorrerlos hasta el final. Pero el destino tiene mucha más fantasía que nosotros.
Justamente cuando crees encontrarte en una situación que no tiene escapatoria, cuando llegas al ápice de la desesperación, con la velocidad de una ráfaga de viento todo cambia quedando patas arriba, y de un momento a otro te encuentras viviendo una nueva vida.
Entender de dónde venimos y qué hubo antes de nosotros, es el primer paso para poder avanzar sin mentiras.
Las cosas que nos ocurren nunca son finalidades en si misma; cada encuentro y cada pequeño suceso encierra un significado, la disponibilidad para recibir estos sucesos, la capacidad de cambiar de dirección en cualquier momento y de dejar la vieja piel como las lagartijas al cambiar la estación nos llevará a la comprensión de nosotros mismos.
Tiempo de grandes cambios se avecinan, por ello hay que plantar la esperanza en el lugar donde duele, despeinarse el alma y apretarse el moño para que se joda el viento.
Fotografías realizadas por Jesus C.
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Peto de flores: BERSHKA| Top: MANGO | Complementos: DIY LOLEMMA