1. Exfoliación e hidratación. Aunque tengas miedo de que al exfoliarte tu bronceado desaparezca, debes saber que eliminando las células muertas lo que conseguirás es que ese tono dorado se mantenga uniforme durante mucho más tiempo. No te olvides de combatir después la sequedad con una buena hidratante, insistiendo sobre todo en las zonas con más durezas como los talones, los codos o las rodillas.
2. Usa un tratamiento de queratina para tu pelo. Todos sabemos lo importante que es proteger el pelo de los rayos del sol, del salitre del mar y del cloro de la piscina, pero en vacaciones no siempre tomamos todas las precauciones necesarias. No dejes que cunda el pánico si ahora te das cuenta de que tu melena se ha quedado un tanto apagada y reseca, y echa mano de la queratina, que le aportará cuerpo y brillo.
3. Un cambio de look. Si a pesar de todos tus esfuerzos compruebas que tu melena no ha resistido el embite de la deshidratación siempre te queda la opción de plantearte un cambio de look. El otoño es la ocasión perfecta para renovar tu imagen, prescindir de unos centímetros de largo y ayudarte de un baño de color o tinte vegetal para oscurecer un poco las partes que el sol ha decolorado.
4. Cuida tu alimentación. Somos lo que comemos, así que después de los excesos del verano nos toca volver a cuidar un poco nuestra dieta. Arranca cada mañana con un zumo de frambuesas, moras, arándanos y otros frutos rojos. Solo necesitas una licuadora y diez minutos de tu tiempo para disfrutar de un desayuno delicioso que además te cuida por dentro y por fuera.
5. Haz ejercicio. No dejes que lo de apuntarte al gimnasio sea solo un propósito de Año Nuevo. Si los aparatos no son lo tuyo, echa un vistazo a la programación de actividades de tu gimnasio más cercano: puedes mantenerte en forma mientras aprendes bailes de salón, danza del vientre o algo de defensa personal.
Un beso.
Mónica